No pudo ser. El Deportivo sucumbió en su primer encuentro de la temporada ante su afición por 0-1 ante un Córdoba que también busca afirmar una identidad propia. El encuentro de hoy mostró parte de lo que es la actualidad del propio club herculino. El número de socios crece a diario, y éstos no fallaron a una cita en la que sí hubo un claro ausente: el gol. Este Deportivo sabe a qué quiere jugar, pero todavía no ha encontrado el punto de forma y de acoplamiento idóneo para encontrar el camino a la portería contraria. En su camino de esta tarde se cruzó el Córdoba, un conjunto que se encuentra en una tesitura parecida. Le cuesta, y mucho, alcanzar la portería rival, pero hoy, en una de sus pocas llegadas al área de Lux, logró perforar el marco defendido por el arquero argentino.

El inicio de partido mostró a dos equipos que aún se encuentran en fase de definición. Imprecisos ambos en el mediocampo, la primera parte del conjunto blanquiazul dejó destellos de un jugador que, por potencial, talento y capacidad de mando, se ha ganado a pulso ser el referente de la zaga coruñesa: Pablo Insua. Si alguien ha salido reforzado de la reciente pretemporada, sin duda ha sido él. Durante un primer periodo en el que las principales acciones de peligro vinieron de las botas de Pedro y López Silva, el arzuán ejerció de apagafuegos en una defensa que a menudo pecó de no saber dar salida al balón.

Mientras tanto, en el frente de ataque, el portugués Rudy buscó explotar su mejor virtud: la zancada. No es un dechado técnicamente, pero sí ha entendido que conectar con Juan Domínguez potencia su juego. Ahora falta que también lo haga con Luis, quien lo intentó durante todo el partido sin obtener premio.

El mejor Deportivo, a la vuelta de los vestuarios

Tras el descanso y con la entrada de Juan Carlos en lugar de Arizmendi, vinieron los mejores minutos del conjunto dirigido por Fernando Vázquez. Con el coruñés ubicado en el costado diestro y buscando permanentemente las internadas en el área defendida por Saizar, los herculinos lograron asediar a un Córdoba bien plantado y ágil en las contras.

El entrenador deportivista, en persecución de una mayor efectividad ofensiva, dio entrada al joven mediapunta Bicho en lugar del polaco Cézary Wilk, al que en su debut en Riazor se le vio algo diluido en el ámbito táctico. Fue entonces, tras una contra iniciada por López Silva, cuando llegó el gol de los cordobeses. Una falta cometida por Insua sobre Joselu cerca de la frontal es botada inteligentemente por Abel, que ante la incorrecta colocación defensiva de los coruñeses, tan sólo tuvo que dejar el balón a un López Silva que fusiló ante Lux dentro del área.

A partir de entonces, se inició un rosario de cambios que delató las intenciones de ambos técnicos. Pablo Villa dio entrada a Samu de los Reyes para dar consistencia a la zaga por su costado zurdo y Fernando Vázquez hizo debutar a Dani Iglesias en partido oficial. El santiagués no tuvo apenas tiempo de mostrar sus cualidades ante un Córdoba replegado y que buscó desde ese momento la velocidad de un Ayina solitario en ataque tras relevar a Xisco.

Los últimos diez minutos reflejaron a un Deportivo con ganas y determinación, pero romo todavía en ataque. Un equipo todavía por pulir y que tiene tiempo para ganar pegada, tanto en el mercado de fichajes como por parte de unos canteranos que en ningún momento negociaron su desgaste físico y compromiso en el campo. Parte de la afición deberá, pues, comprender que esta nueva andadura en la Liga Adelante también conllevará sinsabores, algo que ya advirtió Fernando Vázquez desde su renovación, por lo que aprender a vivir con el error también será necesario. Hoy fue el primero de ellos. El primero de un camino con muchos episodios por contar. El siguiente, el próximo fin de semana en Sabadell.

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