El pasado domingo Riazor fue testigo de cómo un equipo desnortado e inerme contuvo sus calamidades y las deshizo en mil pedazos. No hubo lugar para indecisiones ni lamentos, el Deportivo consiguió una victoria inapelable que aún encima les lava la cara.
Pablo Ínsua se mostró muy entusiasmado por el encuentro que realizaron ya que "el equipo estuvo muy concentrado durante los noventa minutos y sobre todo concienciado y muy junto. Esa fue la clave de todo". Parece que la revolución propuesta por Víctor Fernández ha sido una buena idea porque "trabajó todo el equipo, desde el delantero hasta el portero, con mucho sacrificio". La plantilla siente que estos tres puntos valen su peso en oro y más si "a los de abajo les cuesta sumar".
"A nivel de imagen, la victoria nos ha venido muy bien después de estas semanas tan complicadas; y también para afrontar los siguientes encuentros con más confianza", afirma Ínsua que, aunque regresaba de su lesión, sentía la confianza para ser titular. Llevaba tiempo sin jugar y lo necesitaba, le ha venido muy bien.
El capitán más joven
Pablo Ínsua, a sus 21 años, puede sacar pecho de ser el capitán del primer equipo más joven en los 108 años de historia blanquiazul, incluso por delante del histórico Luis Cornide. "Es un gustazo, aunque solo sea un pequeño símbolo te enorgullece; además siendo canterano. Fue un momento muy especial", aseguró.