Empate de consideraciones radicalmente diferentes el que se vivió hoy domingo en Cornellà-El Prat en un choque dominado de principio a fin por el Espanyol del exdeportivista Sergio González. El Deportivo de La Coruña, sin embargo, no fue ni la sombra de lo que demostró el fin de semana pasado ante el Valencia, pues se dedicó a aguantar el asedio perico durante los 90 minutos de encuentro gracias a la excepcional actuación de su guardameta Fabricio.
El principio de un asedio
El comienzo del partido fue una muestra de lo que cabía esperar. Los primeros 45 minutos fueron un dominio casi absoluto del equipo local, comandado por un Sergio González que, a pesar de la baja de Sergio García, supo aprovechar bien a sus hombres de peligro para incordiar tanto a la defensa deportivista como a su portero Fabricio. Un Dépor que, tras Lucas Pérez, lesionado, tuvo que abandonar el partido recibir un disparo al larguero del coruñés Lucas Vázquez, vio cómo uno de sus activos más importantes, Lucas Pérez, no podía continuar el choque por unas molestias que fueron a más.
La entrada obligada de José Rodríguez no ayudó a crear orden en el centro del campo herculino, sino todo lo contrario. Los pericos, conscientes de la gran oportunidad que tenían con los desajustes continuos de los de Víctor Fernández, asediaron el área de Fabricio: una chilena de Diego Colotto, un lanzamiento de Montañés que obligó a Fabricio a darlo todo, otro intento de Lucas Vázquez… Llegaba así el cuarto de hora reglamentario de asueto, con la supervivencia milagrosa del resultado inicial.
La continuación del despropósito
Y el milagro de la primera mitad se trasladó también a la segunda. Cuando se esperaba una fuerte reprimenda de Víctor Fernández a sus hombres por la espantosa actuación realizada, resultó transcurrir el mismo guion, como si de un calco se tratara: Lucas Vázquez nuevamente y el uruguayo Stuani se encargaban de continuar la tendencia de dominio local.
Una vez más, las oportunidades del Dépor fueron contadas: un saque de falta de Haris Medunjanin y un tímido disparo de Juanfran Moreno fueron todos los acercamientos destacables del combinado coruñés, que demostró su comparecencia en el partido con una movilidad algo mayor con la entrada al campo del luso Hélder Postiga. La otra cara de la moneda seguía siendo el Espanyol, que veía cómo sus continuos intentos de estrenar el marcador eran anulados por el gran protagonista del partido: Fabricio Agosto. Una y otra vez, los disparos de Lucas Vázquez y los cabezazos de Caicedo y Stuani eran repelidos por el meta canario, que con toda probabilidad completó su mejor actuación desde que está en el Deportivo. Fabricio se convirtió en la figura del partido
Los últimos cinco minutos, obviando los tímidos y fracasados intentos de momentos anteriores, fueron los únicos en los que el equipo de Víctor Fernández procuró buscar el gol con la clara intención de aprovechar la tendencia ofensiva de su rival. Iván Cavaleiro y Luis Fariña, que como todos sus compañeros completaron un partido mediocre, explotaron su velocidad para abusar de los cansados Fuentes y Javi López; pero sin resultado. De este modo, el 0-0 invadió el marcador para desgracia de los locales y delicia de los gallegos.
Con este punto, ambos equipos continúan en una zona relativamente tranquila de la clasificación. Sin embargo, las sensaciones de unos y otros no acabaron como una conclusión positiva por razones muy diferentes: la falta de puntería preocupante del Espanyol cada vez que Sergio García se ausenta y la acusadísima bajada de forma del Deportivo tomando al partido del Valencia como referencia.