Quiebran albores y la corneta que avisa de la batalla ya resuena en los alrededores de Riazor. El Barcelona de Luis Enrique acude al feudo gallego después de haberse deshecho fácilmente de un Elche que apenas pudo plantar cara en los octavos de final de la Copa del Rey. Messi, Neymar y Luis Suárez afilan sus espadas antes de enfrentarse al conjunto liderado por Víctor Fernández que buscará sacar algo positivo del choque y, a su vez, herir de muerte a uno de los principales candidatos al título liguero.
Con el cuchillo entre los dientes
Para ello, el técnico maño contará con todos sus efectivos a excepción de la ya sabida baja de Hélder Postiga -recientemente intervenido de una discopatía lumbar- y la dudas de Salomão, sin la confianza necesaria en su recién operada rodilla. El coruñés Lucas Pérez protagonizó la noticia positiva. Después de más de dos meses en el dique seco, el ex de PAOK vuelve a formar parte de una lista de 18.
Riazor recibirá a un rival que se le ha atragantado durante la última década. Ni siquiera haciéndole cuatro goles, como ya ocurriera en el último encuentro en feudo herculino entre ambos conjuntos. Por otro lado, los culés quieren espolearse de las polémicas vertidas durante la pasada quincena y continuar paso firme a ritmo de victoria hacia el título de Liga BBVA.
El Barcelona, por su parte, presentará la ausencia de Jèremy Mathieu debido a unas leves molestias en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda. El francés, que firmó un espectacular gol en Copa del Rey ante el conjunto ilicitano, evitará el desplazamiento a La Coruña a fin de evitar males mayores. También parte con dudas el capitán blaugrana, Xavi Hernández, que a pesar de entrenarse con normalidad en el día anterior al partido, aún no dispone del alta médica. Se espera que el de Terrassa entre en la convocatoria final para medirse al club gallego.
Año nuevo, caras nuevas
Una vez iniciado el 2015, la consejería técnica del Deportivo se ha puesto manos a la obra para apuntalar el equipo a fin de evitar otra debacle que certifique un nuevo descenso a Segunda División de la entidad. Oriol Riera y Celso Borges ya se han sumado a la disciplina coruñesa a fin de encontrar una solvencia clasificatoria ansiada en Plaza de Pontevedra.
El primero, avalado por la cifra de goles en Osasuna, espera reencontrarse con su mejor versión. Versión que no pudo demostrar en Wigan, donde en 13 partidos solamente pudo anotar un tanto. Por otro lado, el revuelo provocado por la selección tica en el pasado Mundial de Brasil no ha tardado en impactar en la liga española. Lejos de parecer un fichaje mediocre, Borges -aún sin el transfer para debutar con el Deportivo- se destapó como uno de los mejores jugadores de las selección costarricense. A falta de lo que pueda aportar al Deportivo, la firma del tico significa un, a priori, acierto de la directiva en los despachos.
Caso contrario es el del Barcelona. Con la sanción que le imposibilita fichar hasta 2016, el club culé tendrá que recurrir a los valores de La Masía una vez más. Jóvenes como Dongou, Gumbau y Halilović -titulares en Copa ante el Elche- pasan a ser objeto de estudio por la afición barcelonista. De lo que no hay duda es de que los blaugranas tienen potencial de sobra para afrontar esta travesía por el desierto sin notarlo en la faceta deportiva.
Luis Enrique y Messi, condenados a entenderse
Vientos turbulentos soplan en Can Barça. Tras la catástrofe de Anoeta una vorágine de dimes y diretes se vertían alrededor de las figuras del entrenador asturiano y el astro argentino. Tras una gastroenteritis, una ausencia injustificada, los rumores de una sanción interna y la supuesta ruptura del vestuario, el Barcelona ahora más que nunca se encuentra en la obligación de mirar hacia adelante y olvidar las rencillas con el objetivo de no distanciarse de los puestos de cabeza.
Por todo ello, buscarán lograr una victoria en Riazor que sirva para acallar las voces de dimisión que pululan alrededor del gijonés. Luis Enrique recupera a su delantera temible -Messi, Neymar y Luis Suárez entre ellos, ausentes en Elche por decisión técnica- para poner en apuros a un Deportivo que ve como en la parte baja de la clasificación la situación comienza a ponerse tensa.
Tres son multitud
Ese es el número de derrotas en las últimas tres visitas del Barcelona a territorio coruñés. Con un bagaje de cinco goles a favor y doce en contra, los de Víctor Fernández no pierden la esperanza por romper esa mala racha en casa ante el conjunto culé. De los últimos nueve enfrentamientos en La Coruña, solamente en uno ha salido victorioso el conjunto herculino (2-0, temporada 2007/08).
Lionel Messi, por su parte, tiene bien cogida la medida al Dépor en Riazor. Lejos de lo que significaba antes el estadio coruñés para los equipos grandes como Barcelona o Real Madrid, el argentino aún no conoce la derrota en el estadio deportivista. Es más, en sus cuatro visitas a Riazor, el astro cosecha seis goles en su haber. Una cifra nada desdeñable.
Posibles onces
