Mutación blanquiazul : Solidez defensiva y doble pivote

Muchas cosas han cambiado desde aquel miércoles 24 de septiembre. Las buenas sensaciones del Celta y la emisión del partido en abierto, parece que es lo único rescatable en cuanto a similitud entre ambos partidos.

Mutación blanquiazul : Solidez defensiva y doble pivote
Foto: David Dopico | VAVEL.
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Por Fernando Martínez Duarte

Isaac Cuenca metiendo goles, Haris Medunjanin llevando la batuta del Deportivo de la Coruña y Cavaleiro entrando de refresco son algunos de los muchos ejemplos que hablan a las claras de las diferencias entre aquel Deportivo y el actual. Hace tres semanas parecía incluso que el Celta también había sufrido una mutación con sus malos resultados pero en las últimas semanas la sensación es que nada ha cambiado por la ciudad olívica y llegarán a Riazor con las mismas buenas sensaciones con las que afrontaban aquel encuentro entre semana en Balaídos.

Póker de supervivientes

Sin contar a Juanfran, que por aquel entonces se situaba como interior diestro y no de lateral, solo sobreviven de aquel encuentro cuatro futbolistas del equipo titular. Lopo, Sidnei, Luisinho y Álex Bergantiños son esos futbolistas que mantienen su sitio y puesto en el once del Dépor.

En la defensa es donde se concentran el mayor número de supervivientes, ya que sólo Laure y Germán Lux han perdido el protagonisto del que disfrutaron al principio de la temporada. Ambos aguantaron en el once varias jornadas más hasta el descalabro de Sevilla y la revolución 1.0 de Víctor Fernández con el Valencia de Nuno.

Una defensa que ya puede competir en Primera división

Uno de los principales cambios que ha dado el equipo es el rendimiento defensivo. Al margen de los nombres que conforman la defensa, el equipo como bloque a día de hoy está a años luz de los primeros meses de competición. El equipo ha logrado un equilibrio que al margen de los cambios de cromos puede haber llegado por el conocimiento individual entre los propios futbolistas y la interiorización del entramado táctico de Víctor Fernández. 

Por aquel entonces el equipo venía de mostrarse débil en defensa en tres de los primeros cuatro encuentros que precedieron al derbi gallego. Granada (remontada tras el gol inicial), Rayo (dos goles calcados desde banda derecha) y Real Madrid (que ya no hace falta comentarlo), pusieron de manifiesto la endeblez del equipo en defensa.

También en Vigo falló la contención en ambos goles de los celestes. Ni Lopo estuvo acertado en el primer tanto de Nolito al desguarnecer su zona ni Lux colaboró en ninguno de ellos al dar la sensación de que en ambos pudo hacer mucho más, como el día del Granada.

Los cambios

En primer lugar se ha consolidado la pareja de centrales Lopo - Sidnei. El catalán parece haberle ganado la partida definitivamente a Insua a la hora de acompañar a un indiscutible Sidnei.

En las bandas, aunque sólo hay un cambio y es Juanfran por Laure, el rendimiento y progresión de Luisinho en la banda izquierda parece que se esté hablando de otro futbolista. La mejoría del portugués pasa por su autocontrol ante las protestas y trifulcas con los rivales, y el rendimiento defensivo tanto en coberturas como a la hora de evitar las pérdidas peligrosas en zonas comprometidas. Si a eso le unimos la intensidad y esfuerzo que derrocha partido a partido hace que Luisinho esté siendo uno de los grandes destacados del equipo.

Por último, uno de los más transcendentes ha sido la irrupción de Fabricio en la portería. Al margen de las sensaciones que desprende el canario bajo palos y en todas las facetas de juego de un portero, están los números que son elocuentes desde que él es el portero titular del Deportivo. 

Su buena temporada no ha pasado desapercibida y de momento, su renovación que parecía encaminada se ha parado por el interés de otros equipos.

El doble pivote: la noche y el día

José Rodríguez - Juan Domínguez, Álex - Mendunjanin, Wilk - Medunjanin, Juan Domínguez - Wilk..... así hasta el infinito en las pruebas de Víctor Fernández en el doble pivote. Los constantes giros y el empecinamiento en mantener al bosnio como mediocentro ha hecho perder mucho tiempo al equipo a la hora de consolidar un once y un estilo de juego.

Con un José Rodríguez descartado para la causa de ocupar el doble pivote, quedarían cinco futbolistas para dos puestos tras el fichaje de Celso Borges en el mercado de invierno.

Frente al Celta de Vigo, Víctor Fernández repetía el once, para sorpresa de todos, en el que el doble pivote lo formaban Medunjanin y Álex Bergantiños. El Deportivo le perdió la cara al partido con el paso de los minutos por su falta de equilibrio en el centro del campo. Mientras Berizzo reforzaba su parcela ancha en el medio, Víctor no modificaba su idea inicial.

Equilibrio que ya se comenzó a lograr con Wilk en determinados encuentros y con la pareja que recobró protagonismo de Álex y Juan Domínguez. El problema para Juan: la llegada de Celso Borges.

El 'Tico' ha irrumpido con muchísima fuerza e incidencia en el equipo sin destacar en muchas facetas pero haciéndolo todo bien. En el lado opuesto, tres son las víctimas de Borges. Juan Domínguez que ha perdido el sitio en el once, Wilk que no va ni convocado y la 'baja' de Haris para el doble pivote de 'forma indefinida'.

Los cambios

La llegada de Celso Borges y la destacable mejoría de Álex ha supuesto un giro radical en el rendimiento y aportación del doble pivote. Frente al Celta y Almería faltó una reacción mucho más temprana por parte del banquillo ante la ganancia de terreno de los rivales en el centro del campo.

A día de hoy, el doble pivote se ha consolidado en sólo tres partidos. Si Álex ya venía progresando en este 2015, ahora con Celso Borges parece que llevan jugando varias temporadas juntos.

El rol que desempeña José Rodríguez en la actualidad en tareas defensivas, jugando en el interior diestro, también ayuda muchísimo al doble pivote y su juego. También parece haber aprendido el propio entrenador, ya que salvo el día del Granada en Riazor que no aportó control al partido, el resto de encuentros denominados "normales" han supuesto control y miedo al rival.