Nunca fue del agrado de los jugadores el referirse a sus encuentros como "finales", quizá por ello Álex Bergantiños prefiere evitar ese tipo de etiquetas: "Es cierto que el Deportivo no se encuentra en una situación límite, pero en caso de derrota estaríamos hablando de una bala menos", afirmó el canterano. Apunta, además: "La lucha por la permanencia se ha vuelto cosa de siete u ocho equipos, por lo que necesitamos ganar para volver a coger confianza". "Es muy importante a nivel anímico hacerse con la victoria en casa, porque ya pasó más de un mes de aquella última victoria en Riazor ante el Éibar, además está el parón, nos conviene ganar para preparar con calma los próximos encuentros", insistió el mediocentro de A Coruña.

El jugador herculino está seguro de que este momento de la temporada "es clave". Los puestos de descenso nunca fueron amigos de las malas rachas, pues ya son cinco los encuentros que los de Víctor Fernández llevan sin conocer la victoria. Sin embargo, Bergantiños se muestra confiado: "Estamos mucho mejor preparados para afrontarlo que en la primera vuelta. Contra el Sevilla por ejemplo tuvimos problemas por falta de colocación, pero ahora estamos trabajando en ello y esperemos que no se repita".

Del rival, el Espanyol de Sergio González, espera encontrarse con "un equipo muy rápido con mucha calidad a nivel individual. Tienen gol y un gran juego, y aunque no estén finos son capaces de sacar adelante el partido".

Adiós a su compañero

El deportivista tuvo tiempo además para alabar a su compañero Cezary Wilk, doliente todavia de su fractura de la base del quinto metatarsiano: "Lamentamos muchísimo que no nos acompañe hasta el final de temporada, es un gran jugador, siempre comprometido. Es un ejemplo para muchos profesionales".