Línea a línea (I): la portería

En este mundillo hay muchos dichos, y uno de ellos es el que dice que con un buen delantero y un buen portero puedes llegar muy lejos. A falta de un nueve matador al Dépor le ha bastado con lo segundo, pero el endiosar a Fabricio Agosto, como todo, tuvo su preámbulo. La anterior temporada en Segunda División sirvió para terminar de descubrir la figura de un Lux que apuntaba muy alto en esta vuelta a Primera, querido dentro del deportivismo por su compromiso pero eclipsado por un Aranzubía que le privó de infinidad de oportunidades. Sin embargo, cuando tres años después de su llegada a Coruña se le presentó la chance definitiva de ser titular en la máxima, el 'Poroto' del que todos disfrutaron se tornó en sombra del que fuera galardonado como mejor meta de la categoría. Pero apareció Fabricio.

La etapa del Poroto: siete partidos de nervios y fallos

Primera jornada de competición y muchas cosas que ver: el entonces ilusionante Fariña, el rendimiento de Cavaleiro... Y la adaptación definitiva de Germán Lux a la Primera División. O eso creían analistas y aficionados. El Granada fue el primer equipo que logró sacarle los colores al bueno del argentino, que en su primer gol encajado demostró una inseguridad impropia de lo que tenía acostumbrados a sus espectadores. (Ver vídeo, min. 2:30)

De todas maneras en las tertulias de prensa y análisis se consideró este hecho como un accidente, el típico mal día que todo portero tiene de vez en cuando. Mientras tanto, el siguiente partido enfrentaría al Deportivo con el Rayo Vallecano. Resultado: otros dos goles encajados, un total ya de cuatro en las dos primeras jornadas. Cuanto menos preocupante, pero aún así el Poroto todavía no se había convertido en el punto de mira.

La victoria por 0-1 frente al Eibar fue un soplo de aire fresco. Clean sheet al fin, como dicen los inventores de esto, que a priori servía a defensa y portería para coger confianza para el próximo partido; frente a todo un Real Madrid. A partir del nefasto resultado de ese compromiso (ocho goles en contra), las voces discordantes en cuanto a Lux comenzaron a crecer exponencialmente. Sin duda, el nerviosismo le dominó. (Ver vídeo)

Los tres siguientes compromisos fueron el principio del fin de su titularidad. Dos dianas encajadas frente al Celta, una contra el Almería y cuatro ante el Sevilla (partido en el que irónicamente paró un penalti) convencieron definitivamente a Víctor Fernández de que algo había que solucionar, y en el complicado choque contra el Valencia en Riazor incluyó a la portería en su 'rebelión' de la alineación. Llegaba la hora de Fabricio.

Datos: Sportyou.

La etapa de Fabricio: consolidación y ensalzamiento

La decisión de sentar a Lux y darle una oportunidad a Fabricio contentó a unos, pero también descolocó a otros. Allá por el mes de octubre la figura del canario todavía no recibía el adalid de elogios de hoy en día: de hecho, su única participación en doce meses se basó en la Copa del Rey de 13/14 y algunos encuentros de Liga Adelante, y eso porque Lux, el titular, había sufrido un esguince de rodilla.

Fabricio no fue ni mucho menos la figura de aquella 'resurrección-espejismo' que terminó siendo aquel 3-0 al Valencia, pero su titularidad en el próximo choque de Cornellà-El Prat dejó a las claras que el cambio iba a durar más que unas pocas semanas. Ante el Espanyol de Sergio, 'Fa' se encargó de avisar de lo que era capaz, completando una actuación brillante que ayudó al Dépor a sacar un punto de oro, viendo cómo se desarrolló el partido y las dificultades que supuso. (Ver vídeo)

El paso de las jornadas simplemente reforzó la apuesta de un cada vez más discutido Víctor Fernández que comenzaba a vivir sus ya famosos ultimátums múltiples. Probablemente fue la mejor decisión que tomó en su vuelta y media en el equipo, eso desde luego. Fabricio consiguió convertir el problema de los goles encajados en algo bastante menos preocupante, y no solo eso, sino que se erigió como la columna vertebral del Deportivo. Tanto creció su importancia que sus intervenciones daban casi tantos puntos como los goles a favor: la mencionada actuación frente al Espanyol así como los dos partidos contra el Córdoba (uno de ellos con penalti parado), el día de La Rosaleda atajando un cabezazo casi en área pequeña a Javi Guerra... Pero sin duda, el choque decisivo del Camp Nou consagró una temporada que ni él mismo hubiera creído a principios del pasado septiembre.

Datos: Sportyou.