Se puede decir que la afición del Dépor sale con un máster en paciencia de este mercado veraniego de fichajes. Tres fueron los culebrones a aguantar durante el período estival: el caso Sidnei, que iba a cerrarse "hoy" durante dos semanas; el caso Lucas, las pugnas con el PAOK, el precio final a pagar en traspaso y el tema de la firma definitiva del contrato; y el caso del ansiado delantero, que seguía en el aire hasta estos momentos. Jonathan Rodríguez, uruguayo de 22 años, será el encargado de ponerle las cosas difíciles a Oriol Riera para lograr la titularidad en la punta del ataque.
Delantero rápido y con explosividadRodríguez proviene del Benfica en calidad de cedido, después de que el equipo luso decidiera darle una salida temporal tras incorporar a delanteros ya contrastados como el griego Kostas Mitroglou, que curiosamente fuera objetivo blanquiazul hace 12 meses, ahora detonante de la salida del punta uruguayo con dirección A Coruña.
El perfil diferente que buscaba Víctor
La concienzuda preparación de la plantilla de esta temporada tenía dos puntos importantes en las medidas a seguir. Una era la polivalencia, buscar jugadores útiles en varios puestos, y así se ha demostrado con la abismal mayoría de las incorporaciones; y la otra era específica para el puesto de delantero. Con Oriol Riera repescado en propiedad, el técnico pedía un perfil diferente de punta que ofreciera una posibilidad alternativa, en caso de que el tipo de partido lo solicitara.
Ese era precisamente uno de los hándicaps de la pasada temporada, al tener como delanteros a Hélder Postiga, Toché y el propio Riera, todos nueves de fuerza y remate puro. Con Jonathan Rodríguez llega un jugador rápido, ágil y con mucha movilidad, para así satisfacer esta petición de Víctor Sánchez del Amo y cerrar la plantilla a falta de sorpresas.