En los últimos años, los derbis gallegos han pasado de una fiesta anticipada para A Coruña a motivo de algo más de preocupación. El Dépor solía ser amo y señor, con goleadas históricas como el 0-5 de 2004 o momentos inolvidables como el hat trick de Víctor o los goles de Lassad y Borja Fernández; pero el impresionante crecimiento del Celta, ahora equipo de grandes jugadores y buen juego, amenaza seriamente la hegemonía. El partido de la primera vuelta acabó en victoria blanquiazul pero, ¿debe servir para ir a Balaídos confiado o por el contrario no debe ser un precedente útil e ir alerta?
A Balaídos con prudencia, por Álex Varela
Lo primero que un deportivista debería admitir antes del partido, aunque sea complicado, es que ahora mismo el Celta tiene mejor equipo que el Dépor y una idea de juego mucho más consolidada. Por tanto, los blanquiazules (que presumiblemente irán de rojo el sábado) pasarán muchos apuros en varios momentos del partido aunque finalmente se logre una victoria.
La clasificación no hace sino corroborar todo esto. Los vigueses ocupan puestos europeos desde hace varias jornadas, y el Dépor, a pesar de haberlo hecho antes de comenzar 2016, se encuentra ahora en la décima posición después de haber cortado una racha de casi tres meses sin sumar de tres en tres. Las situaciones son bien distintas.
De todos modos, mencionando todos estos datos no se busca inyectar pesimismo ni un "derrota segura", sino prudencia. Está claro que puede pasar de todo en un partido así, el Celta también partía de favorito en la primera vuelta y acabó siendo derrotado. Puede pasar de nuevo. Pero las posibilidades de los que serán anfitriones son mayores a las de los coruñeses, aunque luego sean estos los victoriosos.
En los derbis todo puede pasar, por Bruno Pardo
¿Y por qué no? Si uno echa un ojo a la tabla podrá percatarse de la diferencia de puntos entre Celta y Deportivo. Los del sur de Galicia, encaramados a las posiciones que dan acceso a Europa, sacan a día de hoy doce puntos a los del norte. Viéndolo así se podría decir que los vigueses son claros favoritos para ganar el partido, pero se estaría dejando de lado un dato: es un derbi.
Está claro que en un derbi puede pasar de todo, desde una manita en el campo del máximo rival hasta un gol en el minuto 93 el cual hace estallar a tu afición de alegría. Echando un vistazo a las últimas visitas del Dépor a Balaídos podemos ver como los coruñeses han puntuado en cuatro de los últimos seis duelos, cosechando tres victorias y un empate. Esta temporada en la primera vuelta los del 'Toto' Berizzo salieron derrotados de Riazor por 2-0. En el terreno de juego no importan las rachas ni el puesto en la clasificación, importa como el entrenador transmita a sus jugadores lo que es jugar un derbi, y en eso Víctor comienza ganando.
Nadie niega que los herculinos hayan pasado una mala racha en la que durante varios meses no lograron ni una victoria, pero la pasada jornada acabaron con ella y el equipo se ha llenado de moral con ello. La afición deportivista hará un gran desplazamiento el sábado para apoyar al equipo, aspecto que ayudará a los jugadores a salir enchufados desde el inicio. En un derbi no hay favorito y hasta el minuto 90, a veces un poco más, todo puede ocurrir.