Víctor Sánchez del Amo fue nombrado mejor entrenador de la Liga BBVA en la primera vuelta. Ese hecho marcó el inicio del fin de la buena racha de su equipo. Sus chicos, por aquel entonces, se codeaban con los puestos europeos. Sin embargo, la realidad del conjunto coruñés a estas alturas de la película, es bien distinta.

Hace un par de jornadas encajaban la mayor goleada de su historia, en Riazor, ante su público. El verdugo, un Barcelona que venía a darse un festín, a resarcirse y a callar las bocas de aquellos que pensaban que el conjunto entrenado por Luís Enrique estaba abocado al fracaso. El equipo catalán es un viejo conocido de los gallegos, a los que ha amargado en alguna que otra ocasión aunque no fuese de manera directa. ¿Cómo olvidar el penalti de Djukic? A pesar de que aquella vez el verdugo fue el Valencia, los blaugranas se cruzaron en el camino de los gallegos y les arrebataron la liga que tanto ansiaban.

Sin embargo, esas gloriosas noches en las que a pesar de perder una Liga, sus aficionados estaban felices por que su equipo luchaba con los grandes, forman parte del pasado. La realidad actual es otra y el Deportivo hace tiempo que ha abandonado aquellos años en los que pertenecía al selecto club de los ricos y poderosos, y se ha topado de lleno con la verdad. La primera vuelta fue un espejismo, un engaño, una argucia que hizo crear a muchos deportivistas que este año iba a ser distinto ¿Por qué no? Si el eterno rival, el Celta de Vigo, puede aspirar a Europa, el Deportivo de La Coruña también, pensaron los más optimistas. Pero lo cierto es que aún es demasiado pronto para que el equipo vuelva al lugar que le corresponde. El Dépor tiene que ir creciendo poco a poco, asentándose en Primera para poder aspirar a más.

De momento, los aficionados tendrán que conformarse con algunos datos que preferirían que no se diesen. Quizás entre los planes del míster, no se encontraban algunas de las estadísticas que ha “logrado” el equipo coruñés. Entre ellas destaca un dato que sitúa a los gallegos como el club que más empates ha conseguido a lo largo de una temporada. En total lleva 18, y la cifra podría aumentar ya que todavía restan tres jornadas por jugar. De momento los coruñeses han empatado un 63% de los partidos disputados en la Liga BBVA. En toda su historia, la vez que más encuentros habían empatado tuvo lugar en las temporadas 1994/1995 y 2004/2005, en las que, al finalizar los 38 partidos, empataron 15.

Por si este dato no fuese suficiente, cabe destacar otro realmente malo, y es que el Deportivo lleva 18 jornadas seguidas encajando gol. Precisamente, desde el partido frente al Getafe, cuyo encuentro acabaó a cero goles. Los madrileños serán el próximo rival de los herculinos.

Otro dato deja clara la fragilidad defensiva del equipo. El conjunto entrenado por Víctor Sánchez no ha conseguido dejar su portería a cero en los 15 encuentros que se han disputado en la segunda vuelta, el equipo gallego ha encajado 34 goles. En comparación, en la primera vuelta los herculinos habían encajado 23 tantos con tres partidos más jugados. A esto hay que añadir que los blanquiazules solamente han logrado sumar los tres puntos en siete ocasiones, junto con el Levante son el único equipo de la Liga BBVA que ha cosechado menos victorias.

Los datos de este Dépor no son nada alentadores. Todo parece indicar que el buen hacer de los primeros partidos se fue diluyendo con el paso de las jornadas. Al principio el conjunto coruñés era un equipo impredecible que salía a jugar sin miedo, al contragolpe y con una gran solidez defensiva. Sin embargo acabaron mostrándose predecibles y los rivales supieron contrarrestarlos. Faltan tres encuentros para tratar de encarrilar la mala racha. En toda esta segunda vuelta solo han vencido en un partido, ante el Levante. Los aficionados añoran la victoria. Faltan tres jornadas para el final y la victoria se hace necesaria para lograr el objetivo. El equipo y la afición deberían tener presente que la liga aún no acaba, y la banda sonara de los encuentros que restan, la podría poner el mismísimo Fredy Mercury: “The show must go on”.