Rubén Castro y Lucas Pérez. Dos orígenes, dos carreras separadas, pero con muchas cosas en común. Los grandes atacantes de Betis y Deportivo tendrán la misión este viernes de llevar en volandas al equipo y tratar de ver puerta, cosa que hicieron ambos en la primera jornada. El Betis cayó en casa, por lo que Rubén Castro tiene la misión de ser más decisivo arriba que un Lucas Pérez que sigue siendo jugador del Deportivo, de momento...
Los orígenes de Rubén
Rubén Castro es un delantero de 35 años que nació en Las Palmas de Gran Canaria. Con 1,74 de estatura, sus comienzos en el fútbol élite no fueron fáciles. Tiene cuatro hermanos, y dos de ellos también han desarrollado una carrera profesional como futbolista. Se formó en las categorías inferiores de la UD Las Palmas, donde explotó a principios de siglo, destacando un partido en 2001 en el que le hizo dos goles a Iker Casillas en la victoria de su equipo por 4-2, aunque esa temporada sería la del descenso para la UD. El jugador hizo muchos goles en la división de plata, y su siguiente paso sería el Deportivo de la Coruña, tras consumarse como una promesa del fútbol español. Nuestro compañero Álex Varela repasa en otro artículo su paso por el Deportivo de la Coruña.
En Agosto de 2010, Rubén Castro es traspasado a uno de los grandes candidatos al ascenso en segunda división: el Real Betis. Con 29 años, el canario comenzaría la que iba a ser su mejor etapa como futbolista. En su primera temporada, el artillero se convierte en el segundo máximo goleador de la historia del Betis en una misma temporada, con 27 dianas. Obviamente, el ascenso se dio y el beticismo agradeció a Rubén Castro su papel clave en dicho ascenso a la primera división. Desde entonces, y hasta el día de hoy, el delantero canario no ha dejado de hacer goles. Ha jugado un total de 210 partidos de liga (122 goles), 23 partidos de copa (10 goles), y siete partidos de competición europea, con dos goles. El balance es espectacular, por lo que Rubén afronta con ilusión una temporada más como referente ofensivo.
El deportivista Lucas tampoco tuvo un comienzo sencillo
A Lucas,todo el deportivismo lo conoce. Con 27 años, el jugador nacido en A Coruña llegó en la temporada 2010/2011 al Rayo Vallecano B, para acabar jugando esa temporada varios partidos con el primer equipo, y por tanto, debutando en el fútbol profesional. En 2011 puso rumbo a Ucrania, para jugar hasta la temporada 2012/2013 en el Karpaty Lviv. Su siguiente paso sería el Dinamo de Kiev, como cedido, donde no tuvo suerte ni minutos, y por tanto, un lugar donde no duró demasiado.
En 2013 se fija en él el PAOK FC de Salónica. El gallego tuvo un gran papel en el equipo griego. Disputó 32 partidos de liga (nueve goles), seis de copa y 12 de Europa League, con un tanto. Sin embargo, en la temporada siguiente, el Deportivo de la Coruña solicita su cesión, y Lucas vuelve a su ciudad natal. Con un inicio convulso, pues empezó la temporada lesionado, debuta en la jornada ocho y desde entonces disputa 21 partidos y anota en seis ocasiones. Su buen rendimiento y su feeling con el deportivismo le llevan a Riazor la temporada siguiente. Si bien es cierto que en un principio no hubo acuerdo, y que Lucas empezó la pretemporada con el PAOK FC, a finales de Agosto todo se resolvió y el gallego pudo disputar la temporada pasada ligado a los herculinos.
En la lucha por el Zarra
La temporada pasada fue la temporada del gol para estos dos delanteros españoles. Año de Eurocopa, y por consiguiente, año de objetivos y ambiciones. Lucas y Rubén Castro trataron de ser los máximos goleadores nacionales para poder hacerse un hueco en la lista del ya ex seleccionador Vicente Del Bosque. Hicieron números muy buenos, y resulta complicado saber quién fue más determinante para su equipo.
Rubén Castro anotó 19 dianas y repartió cuatro asistencias. El canario fue el segundo máximo goleador nacional detrás de Aritz Aduriz. Por tanto, la buena posición en la que acabó el Real Betis la anterior campaña (10ª posición), se debe en gran parte a su ariete. Castro fue el autor del gol del empate ante el Villarreal en el minuto 87 en la primera jornada de liga, en un partido que acabó con empate a uno. En la tercera jornada, dio la victoria a su equipo ante la Real Sociedad en el Villamarín con un gol en el minuto 41 de la primera parte. Mojó en las victorias a domicilio del Betis en campos de Sporting y Rayo Vallecano. En la jornada 13, un gol con su firma en el minuto 4 supuso la victoria en campo del Levante, al igual que en casa ante el Valencia en la jornada 22, esta vez en el minuto 49. En la jornada 25, firmó un doblete en la primera parte ante el Rayo, una de sus víctimas preferidas la temporada pasada. No obstante, el partido acabó en empate. Otra presa que encantaba al delantero canario, el Levante. En el minuto 81 de la jornada 31, el Betis se llevaba los tres puntos ante el equipo levantino gracias a otra diana de su goleador. Como se puede observar, "gol de la victoria" es un concepto que no se aleja en absoluto de la rutina de Rubén Castro. Prácticamente todos sus goles en el anterior curso valieron puntos, y este año, la afición bética espera que se repita o incluso se mejore ese rendimiento.
Por su parte, Lucas Pérez no se queda atrás. Envió el balón al fondo de la red en dos ocasiones menos que Rubén Castro, pero repartió ocho asistencias. Nadie puede decir por tanto que Lucas aportara menos que Castro al juego de su equipo, pues también fue clave para conseguir puntos en una gran cantidad de partidos. En el minuto 39 de la jornada dos, Lucas adelantó a los suyos en Mestalla ante el Valencia. Negredo pondría las tablas en el minuto 45 de un partido que acabaría con empate a uno. En la jornada seis, el equipo herculino venció por 3-0 al Espanyol, y dos de los goles llevaron el nombre de Lucas. Goles de la victoria, goles para empatar, y también goles para impulsar al equipo. El Deportivo perdía 0-2 en Riazor ante el Athletic en la jornada ocho, y un tanto de Lucas en el minuto 80 levantaría a un equipo noqueado que acabaría poniendo las tablas en la recta final. Los del Cholo Simeone también experimentaron lo que es perder puntos por culpa de un nombre propio: Lucas Pérez. Era la jornada 10 y los madrileños se las prometían muy felices con el gol del Tiago en el minuto 34. Pero a 13 minutos del final, apareció el delantero gallego para poner el 1-1 definitivo. Desde esta jornada hasta la 17, el Deportivo se mantuvo invicto. Ocho partidos, cero derrotas, y puntos importantes conseguidos gracias a goles de Lucas, como en la victoria ante el Celta, la victoria a domicilio ante la UD, los empates ante Sevilla y FC Barcelona en el Camp Nou, y la victoria sobre el Eibar en Riazor. Está más que claro que al delantero herculino no le intimidan los grandes equipos. El mal año 2016 del equipo, en el que encadenó una dinámica muy negativa, no fue tampoco un impedimento para que Lucas siguiera metiendo goles. Volvió a mojar contra el Valencia, anotó ante el Rayo, Málaga y Villarreal. En este último, sentenció un encuentro vital para sellar la permanencia antes de recibir en Riazor al Real Madrid en la última jornada.
Finalizaba así una temporada en la que ninguno de los dos acabaron siendo seleccionados por Del Bosque, pues se juntó el gran año de Morata (a pesar de sus suplencias), el hecho de que Aduriz fue el Zarra por delante de estos dos, y que Vicente solo se llevó a Francia a dos delanteros.
Y ahora, vuelven lanzados
Comienza la temporada, y estos dos arietes llegan con más hambre que nunca. Si bien es cierto que el futuro de Lucas no está cerrado, y que el jugador todavía podría salir en los últimos días de mercado, los dos delanteros auguran una temporada llena de goles y buen juego. El gallego se estrenó en Riazor con su marca de la casa: gol de penalti para ganar un partido en los últimos minutos. El jugador además fue quien provocó el penalti, tras un forcejeo con Juncá. En un partido un tanto gris del Deportivo, donde no hubo ideas nítidas en ataque, Lucas fue el jugador que más lo intentó. Se movió por todos los lugares, vino a recibir, hizo desmarques... En este segundo partido, si el equipo coopera, seguramente se verá a un Lucas más incisivo, que reciba más balones y sea más determinante.
En el caso de Rubén, el canario fue la luz de un equipo totalmente negro que cayó por goleada en el Camp Nou. Firmó un buen doblete en un partido en el que el Betis no llegó a los 100 km recorridos entre todos sus jugadores, convirtiéndose así en el equipo que menos corrió de la primera jornada. Castro puso las tablas en el minuto 21 después del gol de Arda Turan. Fue un espejismo, pues una vez que el Barcelona se volvió a adelantar, el Betis se hundió con toda la tripulación. Con 6-1 en el electrónico, el delantero bético adornó un poco el resultado con otro gol en el minuto 84. Fue el mejor jugador de su equipo: trabajó como el que más, lideró las pocas opciones de ataque de su equipo, y ejerció de jefe.
Así llegan los dos arietes al partido de este viernes. El Betis busca empezar con buen pie su particular liga. El Deportivo, que ya empezó el anterior viernes, espera poder irse con el seis de seis en el casillero de puntos antes del parón internacional. Sin lugar a dudas, para estos objetivos, el rendimiento que muestren Lucas Pérez y Rubén Castro será determinante.