Si alguien representa el carácter, la garra, el esfuerzo y el compromiso que históricamente ha caracterizado al Barakaldo Club de Fútbol, es Jon Ander Garrido. Tras los rumores que pululaban en las últimas horas sobre su fichaje por el Cádiz, finalmente el club gualdinegro ha dado a conocer el traspaso. El Granada CF es el que se ha hecho con los servicios del jugador, bien es cierto que Garrido será cedido al equipo de Raúl Agne hasta final de temporada. La cantidad del traspaso ascienda a 20.000€, clausula de rescisión del jugador, algo que ha contentado a las tres partes; tanto al club vendedor como al comprador, al igual que al propio jugador, que gozará de una buena oportunidad.

A última hora de la tarde de ayer un diario andaluz se hacía eco del posible nuevo jugador del Cádiz, lo que hacía saltar todas las alarmas en Barakaldo; casi al mismo tiempo, las redes sociales se percataban de la noticia, noticia muy triste para toda la parroquia gualdinegra, que veía la posibilidad de que el eje de su columna vertebral se marchara tras cuatro años. Un socio gualdinegro declaraba que “se me ha atragantado la cena”, refiriéndose a la noticia. Esta mañana, los rumores se íban haciendo cada vez más fuertes hasta que, a media mañana, el Barakaldo CF emitía un comunicado a través de su página web haciendo oficial el traspaso del getxotarra.

Desde entonces, ningún socio gualdinegro ha dudado en dar las gracias al jugador por su compromiso y esfuerzo demostrado siempre que ha llevado la elástica gualdinegra, y dejándole la puerta abierta a una posible vuelta a Lasesarre tarde o temprano. Seguro que Jon Ander no era uno de los jugadores más técnicos de la plantilla, pero sí uno de los más carismáticos, y eso se ha reflejado en todos los mensajes de la hinchada.

El nuevo jugador del Granada FC ha jugado dieciocho de las veintiuna jornadas de campeonato hasta el momento, acumulando un total de 1.500 minutos. Marcó un gol en el encuentro frente al Getafe ‘B’, aunque eso no sea lo que más importa tratándose d eun jugador como él. Pivote experimentado, es uno de los más sacrificados en trabajo defensivo desde que llegara en el Barakaldo CF hace más de tres temporadas.

Llegada en 2010

Un 20 de mayo de 2010 un tal Jon Ander Garrido, procedente del Getxo de Tercera División, donde había hecho una excepcional campaña como mediocentro, llegaba al equipo gualdinegro. Firmaba por una única temporada, esperando afianzarse en la categoría de bronce e incluso, por qué no, ascender de categoría.

Esa campaña el club gualdinegro no empezó demasiado mal, pero a medida que las jornada iban transcurriendo y los resultados no llegaban, cada vez se veía más lejos el objetivo de disputar el playoff. Mikel Agirregomezkorta, entrenador que fichó a Garrido, fue despedido tras varios partidos en los que no se pudo meter el balón en la red, simplemente por mala suerte o falta de puntería.

Llegó Alfonso del Barrio al banquillo de Lasesarre, hecho que acabó por hundir al conjunto aurinegro y descendió, con números que rozaban lo patético, a Tercera División. El Barakaldo CF vivía uno de los momentos más amargos de la historia contemporánea del club dentro del terreno de juego, mientras que fuera del verde las cosas no mejoraban demasiado. El por entonces presidente, Miguel Acero dejó su cargo y tras una directiva provisional, se convocaban elecciones en el club para decidir el nuevo presidente. Alberto Romero fue el vencedor en una ajustada votación, y llegaba al palco de Lasesarre con un Barakaldo ya hundido en el pozo del descenso. La temporada terminó con Pedro Platas como entrenador y sólo pudiendo ganar cuatro encuentros en las 38 jornadas de campeonato.

Nuestro protagonista vivía como uno más la frustración de descender de categoría, sabiendo que siempre es complicadísimo volver a la categoría de bronce. Jugó 18 partidos en su primera temporada en Segunda B, todos como titular, consiguiendo acumular 1.300 minutis. Aún así, decidió mantenerse en el club fabril para devolver al ‘Baraka’ al sitio que de verdad le correspondía.

Año del ascenso

Aquella temporada 2011-2012 quedará en el recuerdo de todos y cada uno los socios y aficionados del Barakaldo CF, ya que se consiguió volver a la división de bronce, como no, sufriendo. Ese sufrimiento se puede resumir en una sola palabra: Águilas.

Los aurinegros se había debilitado a nivel de calidad durante el mercado veraniego, ya que muchos de sus jugadores decidieron no renovar en busca de seguir disputando encuentros en Segunda División B; sin embargo, llegaron jugadores que posteriormente sería importantísimos en el ascenso gracias a su lucha y su sacrificio.

Lo más importante esa temporada fue, sin duda, la unión entre el equipo, el cuerpo técnico y la directiva con la afición, que, juntos para lograr el objetivo, lucharon por aquel ascenso. Las jornadas transcurrían y el Barakaldo siempre se encontró entre los cuatro primeros, muchas veces como líder de la clasificación, pero por algunos puntos tontos llegaba a la última jornada con todo por decidirse: podía verse primero si ganaba al Arenas de Getxo y otros resultados acompañaban –hecho que hubiera significado la posibilidad de ascender jugando una sola eliminatoria-, o podría haber quedado incluso en cuarta posición, lo que hubiera supuesto tener que ganar tres eliminatorias, y empezando contra rivales que habrían quedado segundos en sus grupos.

Aquel partido, en el que cientos de aficionados gualdinegros viajaron hasta la cercana localidad, tuvo de todo. El Barakaldo fue superior, pero no supo materializar sus ocasiones. Se llegaba al final de los 90 minutos con un favorable 1-2 en el marcador, pero en el descuento, se pitó un penalti en contra de los gualdinegros. El gol del Arenas hubiera supuesto la cuarta posición del 'Baraka', pero el balón se estrelló en el larguero y los de Zurimendi consigueron clasificarse para la fase de ascenso como segundo clasificado por detrás del CD Laudio.

La primera eliminatoria del playoff se suponía medianamente fácil, ya que la AD Parla había quedado cuarto en el grupo madrileño y no tenían vítola de gran equipo, pero Iñaki Zurimendi dispuso de los mejores para enfrentarse a los madrileños y finiquitaron la eliminatoria en la ida. Jon Ander Garrido tuvo un papel importante, ya que fue titular en ambos encuentros e hizo una gran labor defensiva. El segundo choque frente al Ávila fue más disputado, ya que los barakaldeses no consiguieron marcar un gol en la ida y tuvieron que vencer en Lasesarre con un golazo del lateral Alberto Delgado

Águilas, y el gol de todo un pueblo

La tercera eliminatoria enfrentaba al Barakaldo al Águilas, equipo del sur de Murcia que ya había eliminado en segunda ronda a los vizcaínos del Portugalete, jugando con un juego rozando lo ilegal y usando todas las triquiñuelas posibles para enervar al rival.

El encuentro de ida fue uno de los más violentos que ha visto el Nuevo Estadio de Lasesarre en sus diez años de historia. Tuvo desde puñetazos en la mandíbula hasta patadas en la cabeza, casi todas promovidas por los jugadores visitantes que intentaron inquietar a los gualdinegros para llevarse el encuentro a su terreno. Al final, empate sin goles.

La semana siguiente, unos cien aficionados del ‘Baraka’ se tragaron más de doce horas en autobús para presenciar el encuentro que creían les devolvería a su sitio natural. Los murcianos golpearon primero con un gol de Perico, pero, los de Zurimendi no iban a hacer que más de un centenar de personas cruzara la península en balde, además de exponerse a los más de 40 grados por dos horas.

El gol más importante de su vida

13:16 de la mañana. Minuto 61. Falta lateral en tres cuartos de campo. Lanza Eneko Rubio, remata Garrido. Gol. Gol que supone un ascenso. Gol de liberación. Gol de llanto. Gol de celebración. Jon Ander Garrido había conseguido el gol que devolvía al Barakaldo Club de Fútbol a Segunda División B. Gol histórico, que los aficionados del club gualdinegro no olvidarán nunca. En la celebración dos días después, él era el más buscado; el héroe. “No meto gol ni al arco iris, pero en Águilas había arco iris”, fueron sus palabras en el balcón del Ayuntamiento hacia los miles de gualdinegros que portaban la camiseta de su equipo en ese momento.

Resumen del Aguilas – Barakaldo.

Temporada 2012-2013, tocando el sueño

El año pasado no terminó como todos los aficionados fabriles querían, pero aún así, todos quedaron contentos. Habían tocado el ansiado playoff con los dedos, pero un balón que no entró por escasos centímetros lo habían impedido.

En esa temporada y hasta la fecha, Jon Ander Garrido fue, junto a Pedro Izurza, el hombre indispensable en el centro del campo del Barakaldo CF de Zurimendi, ya que, con su trabajo a nivel de recuperación, y su entrega en las ayudas, había conseguido un equilibrio digno de admirar.

Fue su mejor temporada a nivel individual, ya que acumuló más de 2.000 minutos, anotando un total de seis goles, una cantidad muy por encima de cualquiera de las anteriormente disputadas. Además, se ganó el respeto de todos los aficionados de su equipo al ser el primero en dar la cara tras el disgusto de Las Gaunas.

Despedida

El jugador de Getxo, tras hacerse oficial su salida del Barakaldo, ha dado una rueda de prensa esta misma tarde junto al presidente de la entidad, Alberto Romero, en la que ha declarado que “es una oportunidad única, y no quiero dejarla escapar”.

También ha dado las gracias a todos los allí presentes, además de acordarse de todas las personas que le han mandado mensajes de agradecimiento y apoyo por sus servicios prestados en el conjunto fabril. Por todo eso y mucho más, gracias.