Cinco de añadido: Grupo 4, jornada 36

Tras la jornada 36, a falta de dos para que acabe el campeonato, volvemos a traeros esta sección que nos descubre los espacios entre el fútbol y su pasión, entre las derrotas, las victorias y los números. Una sección para todos aquellos detalles que escapan al cronista rutinario y que encandilan al lector habitual. Cinco detalles para disfrutar en cinco minutos. Los cinco minutos de añadido.

Esta semana nos fijamos en las fases de ascenso de La Hoya Lorca, la tensión de un jugador con sus excompañeros, lo que nunca debe ser el deporte, el miedo a perder un partido y lo que cambia la historia en un instante.

1. La Hoya, un experto en fases de ascenso

La Hoya Lorca, que en la mañana del domingo en el Municipal de El Carpio no pudo exhibir su célebre segunda indumentaria, consiguió el subcampeonato de liga, completando una gran temporada. Ha logrado matemáticamente su presencia en los playoffs de ascenso a Segunda División con unos números que sólo se han visto superados por el sprint final del Albacete.

Todo aquel que se tenga que enfrentar al conjunto lorquino debe saber que lleva dos años jugando fases de ascenso. En la temporada 2011/12 disputó la fase de ascenso a Segunda B al quedar cuarto clasificado en el grupo murciano de Tercera, pero cayó eliminado en segunda ronda por el Catarroja. El verano pasado, quedando primero de grupo, lo intentó de nuevo, esta vez ante la Peña Deportiva de Santa Eulalia del Río, en Ibiza, consiguiendo, esta vez sí, subir a Segunda B. Cuidado con el brócoli mecánico que no ha dicho la última palabra este año.

2. Jairo y el Dépor

El encuentro entre el Cacereño y el Deportivo Guadalajara no va a pasar por ser uno de los más tranquilos del año. El colegiado Eiriz Mata se erigió en uno de los protagonistas del choque. Mostró cinco tarjetas amarillas a los locales y seis a los visitantes. Además, el centrocampista del Guadalajara, Tello y, posteriormente, el defensa del Cacereño, Iván Pérez, fueron expulsados por doble amonestación. Para rematar la faena, en tiempo añadido, Martins se marchó al tunel de vestuarios por una fea entrada. Fue la chispa que terminó de prender la llama de un partido en el que sólo el Guadalajara se jugaba algo.

Durante el intenso partido se vivieron momentos de auténtico nerviosismo por parte de un hombre: Jairo. El jugador del Cacereño no pudo ocultar a lo largo del partido que algo le pasaba con sus excompañeros. El asturiano era la primera vez que se enfrentaba al Dépor desde que a mediados de enero de este año fuera traspasado al Cacereño. Se demuestra con ello que los motivos de la petición de la baja por parte del jugador al conjunto alcarreño fueron (algo más que) "personales", como indicó el club en el comunicado de despedida.

3. El miedo a perder

Seis empates, cinco de ellos a un gol, en los diez partidos del fin de semana. Y en todos esos partidos algún equipo se jugaba más que los tres puntos. Pues no lo parecía. A tenor de lo visto en los compases finales de la mayoría de esos encuentros, el empate conformaba a unos y a otros.

El caso más significativo se vio en el Estadio Juegos Mediterráneos de Almería, donde se vivió un pacto de no agresión de cinco minutos. Casi con el tiempo cumplido, el Albacete, con un jugador más sobre el campo por expulsión de Bonaque, anotó el empate a dos y certificaba el campeonato. El Almería B, que había tenido el partido al alcance de su mano contemporizó en esos instantes finales para amarrar el punto que, por el momento, lo deja en la categoría.

4. El guerrero en el césped y los cobardes fuera del estadio

En el fútbol hay veces en que hay que poner en valor en lo que sucede dentro del campo para tapar las miserias de lo que pasa fuera de él. En el Sevilla Atlético juega un joven boliviano, Branco. Tejada, entrenador del filial sevillista, no le había puesto en el once titular desde que fuera expulsado ante el Palo en diciembre del año pasado. El domingo volvió a darle una oportunidad. El jugador no sólo respondió con una gran actuación, sino que a falta de diez minutos tuvo que ser atendido por problemas físicos y como ya se habían realizado los tres cambios tuvo que seguir en el terreno de juego para no dejar a su equipo con uno menos.

El contraste a este acto de pureza llegó fuera del recinto donde se jugaba el partido. Un autobús de aficionados del Algeciras fue apedreado, al parecer, por hinchas del sevillistas. Estos individuos, evidentemente, no representan al club, pero con sus actos manchan la imagen de lo que fue un partido emocionante en la Ciudad Deportiva.

5. De la debacle a la esperanza, de la euforia a la decepción

Así es como se vivieron los últimos compases del encuentro entre La Roda y el San Fernando en tierras manchegas. Un conjunto local que perdía cero a uno en el minuto 88 y se veía cerca del descenso, pues habrían sido tres puntos sobre la salvación, que precisamente marcaría el San Fernando, y el goal average particular perdido con su rival. El gol de Espínola da algo de oxígeno, aunque lo que queda no será tarea fácil.

Al San Fernando, curiosamente en la misma jornada 36, le ocurrió lo mismo que el año pasado. El cero a uno en el marcador era un resultado magnífico para poder optar en las dos últimas jornadas a disputar el playoff de ascenso, pero el encuentro acabó en tablas inesperadas y el equipo isleño acabó desinflándose con dos derrotas posteriores.