El baile de altas y bajas sigue sucediéndose sin prisa pero sin pausa en el seno de la entidad de Las Llanas. Así, el club vedinegro acaba de hacer oficial la incorporación de Álex Cacho, defensa procedente del Huracán Valencia, casi al tiempo que desde Irún llegaban noticias de la inminente firma como jugador txuribeltz del exjugador del River Silas.
La llegada de Alejandro Cacho Hernández responde a la necesidad del cuerpo técnico del Sestao de dar respuesta a la reciente baja de Iñaki Urkizu, captado por la Real Sociedad. El jugador soriano, de 26 años, responde al mismo perfil de lateral diestro pero perfectamente capacitado para jugar en el lateral izquierdo, o incluso de mediocentro defensivo, tal y como Ángel Viadero usara a Urkizu a lo largo de la pasada campaña.
Cacho, que la temporada pasada alternó entre Cartagena y Huracán Valencia, club al que llegó en el mercado invernal, es un futbolista formado en las categorías inferiores del Numancia, aunque su trayectoria profesional, con más de 200 partidos en la categoría de bronce, se ha visto ligada a equipos del grupo III de la Segunda División B como Ontinyent, Sant Andreu o LLeida, aunque en este último club conociera su única experiencia en el grupo segundo.
Por su parte Sid'Ahmed Sidati Malainine "Silas", delantero que las dos últimas temporadas había pertenecido a la disciplina sestaoarra, cambiará los colores verdinegros por los blanquinegros del Real Unión de Irún, donde llega avalado por Aitor Zulaika, entrenador de los fronterizos que coincidiera con él hace dos temperadas en el banquillo de Las Llanas. El saharaui, que ya estuvo a punto de abandonar el equipo verdinegro durante la pasada pretemporada, consgiguió finalmente convencer a los técnicos del Sestao River, que esta temporada han decidido no renovar su contrato.
Llegado del Laudio, sus números con el equipo sestaoarra en Segunda División B pasaron de 31 partidos jugados y 29 titularidades en su primera temporada a sólo 16 participaciones como suplente en la segunda. Ahora espera desquitarse de ese mal sabor de boca en un vestuario donde se reencontrará con otros exverdinegros como Iñaki Urkizu y Mikel Azkoiti, "intentando devolver la confianza que han depositado en mí".