El pasado lunes comenzó la pretemporada para el Real Unión. En el entrenamiento se veían seis caras nuevas, entre las que destacaba Mikel Alonso, que después de estar dos años inactivo volverá al verde como jugador unionista. También el saharaui Silas era la sorpresa del entrenamiento, ya que nadie sabía que el ex jugador del Sestao River vestiría la zamarra txuribeltz. Incluso se pudo ver a Jon Arzamendi, que jugó en el Real Unión, entrenando a prueba a las órdenes de Aitor Zulaika.
Asimismo, Esnaola, que ya vistió la camiseta del Real Unión hace cuatro temporadas, regresará a la que un día fue su casa mucho más maduro y más curtido como jugador que hace cuatro años. También suenan como futuros jugadores unionistas el defensa central Ekhi Senar y los delanteros Jorge Galán y Aritz Mujika, que ya jugaron en el Stadium Gal.
Además, el guardameta Julen Itxaso jugará en el Burgos y el lateral derecho Samuel Piette no renovará su contrato con el Real Unión y jugará con la Selección AFE el FIFPro Tournament para jugadores que hasta el día de hoy no han encontrado equipo.
Huelga indefinida de los trabajadores
La cara amarga del Real Unión la viven los trabajadores del club. Después de no cobrar durante 18 meses, los empleados del club decidieron por unanimidad convocar una huelga general a partir del próximo 21 de julio “porque ya no podemos hacer más sacrificios gratuitos”.
El delegado de personal, Ángel Serrano, manifestó que “estamos dispuestos a desconvocar la huelga si recibimos tres nóminas esta misma semana”. También comunicó que “queremos recibir las nóminas que se nos deben de la temporada 2013-2014 y cobrar al día a partir de este mes de julio”.
Además piden la comprensión de toda la afición para conseguir que “los trabajadores puedan conseguir algo tan lógico como cobrar su sueldo cada mes”.