Carlos Fernández Herrera nació en Úbeda (Jaén), un 7 de febrero de 1991. Desde joven destacó por su capacidad goleadora y esto hizo que el Atlético de Madrid se fijase en él para formar parte de sus categorías inferiores. Ya en edad juvenil, se marchó a la cantera del Real Betis y tras un año, cumplio la edad para pasar a ser jugador senior. Dio el salto al Betis C aunque pronto llamó la atención del técnico del Betis B que le llamó casi durante toda la temporada aunque sin ofrecerle demasiados minutos. Consiguió 3 goles en 8 partidos con el segundo conjunto bético. 

En la temporada 2011/2012 se le hizo ficha con el Betis B. En dicha temorada tuvo una mayor confianza del técnico verdiblanco, Vidakovic, que lo alineó en un total de 19 partidos, de los cuales siete fueron como titular, consiguiendo un total de dos goles. En la siguiente temporada, decide cambiar de aires y se marchaba al Elche Ilicitano, equipo donde consiguió su explosión como futbolista y sus mayores éxitos deportivos. Como delantero fijo en el filial ilicitano consiguió un total de diez goles. Además, con su equipo, se proclamó campeón del grupo sexto de Tercera División y consiguió el ascenso a Segunda B tras ganar la eliminatoria ante el Olot. 

Ya en la temporada pasada, volvía a su Andalucia natal de mano del Atlético Sanluqueño. Tras una primera vuelta con cuatro goles anotados, el Córdoba B se interesó por él y consiguió ficharlo en el mercado de invierno. Sin embargo, en el filial cordobesista no consiguió marcar y no contó con excesivo apoyo del técnico. 

Ahora, de nuevo, decide cambiar de aires y se marcha al conjunto extremeño entrenado por Julio Cobos con un objetivo claro: la permanencia sin pasar apuros.