Desde que en 2003 el Real Oviedo se hundió en los barrizales y se quedó fuera del fútbol profesional, ha habido años en los que la situación institucional del equipo carbayón corrió serio peligro, al borde de la desaparición dos veces, los aficionados azules nunca se rindieron y pudieron solventar esas dos amenazas. En la pasada ampliación de capital, el Grupo Carso fue determinante y ahora son los encargados de llevar a cabo un ambicioso proyecto que tiene como meta devolver al Real Oviedo al fútbol profesional.

Pero nada de eso hubiese sido posible, sin que los oviedistas apelasen al orgullo, valor y garra que suena en su himno. Valores que representa a la perfección su capitán, Diego Cervero, él quiso ayudar a su equipo a salir a competir cuando otros lo querían hundir, ahora once años después busca ser parte del grupo que vuelva a dar grandes alegrías a la afición azul.

Desde entonces Cervero se erigió en un emblema de los azules, estando según el ex consejero Pedro Zuazua a la altura de otros mitos oviedistas como Lángara o Herrerita en lo que a importancia histórica se refiere. No es atípico dar una vuelta por el Carlos Tartiere en día de partido y ver a grandes y pequeños con su dorsal y su número en la espalda, se lo ha ganado por derecho propio.

Cervero celebrando uno de sus mucho goles con la elástica azul. (Foto: VAVEL)

Aunque no todo han sido flores para Cervero, tras salir del club de sus amores por dos veces, en el verano de 2012 volvía a la entidad azul procedente de la Unión Deportivo Logroñés, pero quizá sus momentos más duros se han vivido la temporada pasada, cuando una parte del respetable del Tartiere silbó al delantero azul en varias ocasiones como muestra del desencanto tanto del nivel individual como del colectivo, a pesar de que su sacrificio siempre fue total.

Pero estos silbidos solo representan a un pequeño sector de la afición, la tónica general hace ver a Cervero como uno de los ídolos del oviedismo, teniendo varios cánticos personalizados e incluso desde hace algo más de un año, su propia peña: la peña Diego Cervero.

No ayudó un falso rumor que corría entre los aficionados azules que decía que Cervero junto a los otros capitanes había exigido una prima por eliminar al Haro en la primera ronda de Copa del Rey, curiosamente en ese partido el equipo carbayón quedó eliminado tras perder en la tanda de penaltis. Con la llegada de Robles al banquillo azul, el ariete ovetense fue perdiendo importancia en el equipo asturiano, antes con Granero y Sarriugarte como entrenadores más recientes siempre fue titular indiscutible.

Tanto dentro como fuera del campo, Cervero es una referencia del oviedismo.(Foto:www.asturiasmundial.com)

Esta temporada, Cervero volverá a ser parte de la escuadra ovetense, lo es tras aceptar una renuncia del 30% de su ficha en los dos próximos años, otra muestra más de que su corazón es azul. Este año la competencia por hacerse un hueco en el once titular es más feroz, junto a la continuidad de Sergio García hay que sumar la llegada de Linares y alguna posible incorporación más o la pegada de otros jugadores como pueden ser Generelo, Font o Susaeta, él seguirá aportando lo que mejor sabe hacer, defender la camiseta azul en cada partido como si fuera el última. La posible utilización por parte de Sergio Egea de un dibujo 1-4-4-2 en los partidos en casa, quizá haga más fácil ese camino a la titularidad.

No destaca por su velocidad, ni por su habilidad, Cervero tiene dos características principales: La entrega constante que le permite estar alerta de cualquier fallo del rival para conseguir un gol y el olfato goleador, es uno de esos jugadores que tiene el don de saber colocarse en el lugar y en el momento exacto para tocar el balón hacia la red rival.

Sus números, siempre el mejor aval, así lo aseveran ya que el delantero ovetense ha conseguido 34 goles en las dos últimas temporadas, además fue el pichichi del grupo 2 en dos de tres dos años que militó en el conjunto riojano, anotando un total de 50 goles.

Lo que se le pide a un delantero son goles, los datos no engañan y es ahí donde Diego Cervero tiene unos números que le respaldan, por ejemplo es el único delantero que en la categoría de bronce consigue diez goles o más por quinta campaña consecutiva desde la temporada 1997-1998. Se encuentra en la posición 30 en el ránking de goleadores de Segunda División B con 87 goles, ha sido de los pocos futbolistas que lograron superar la veintena de goles en al menos dos ocasiones.

Con 200 partidos en liga vistiendo la elástica azul, Cervero se sitúa como el vigésimo jugador que más veces la ha vestido en la historia del Real Oviedo, además sus 133 goles como oviedista le hacen estar en el quinto puesto junto a otro mito como Carlos.

Ahora Cervero afronta con la mayor de las ilusiones esta nueva temporada, será junto a Esteban, otra de las referencias de los oviedistas. Precisamente el portero tiene el honor de haber arrebatado el récord de asistentes a una presentación en los últimos años, mientras que a la de Cervero acudieron 1500 aficionados, Esteban dobló la cifra de su compañero y juntó a 3000 oviedistas en el Carlos Tartiere para que le diesen la bienvenida.

En su presentación, Cervero consiguió reunir a más de mil oviedistas. (Foto: www.rocf1926.blogspot.com)

Con sus virtudes y defectos, Cervero siempre dará lo máximo por el Real Oviedo, tanto dentro como fuera del campo, él es un elemento fundamental para la cohesión del grupo, su capacidad de unir y hacer sentir al resto de la plantilla la importancia de luchar a tope por la camiseta azul es clave. Si alguien puede morir por la camiseta del Real Oviedo en un terreno de juego, ese es Diego Cervero.