No cambió la tónica de los últimos cara a cara entre blanquillos y verdinegros; intensidad, desgaste y remontada local. La contienda daba inicio ante algo más de un millar de espectadores y cierto colorido en las gradas, con alrededor de un centenar de aficionados foráneos entre ellos, y lo hacía con un prometedor intercambio de golpes. No tan prometedor para el hincha blanquillo como para el espectáculo, puesto que la primera ocasión de Álex Sánchez, al minuto de juego, fue rápidamente contestada por un gol de Ricky tras un gran servicio de Maestresalas en el 4'.

Tocaba remar, una vez más, para los pupilos de Manix a pesar de haber comenzado el choque a muchas revoluciones. Duro escenario pues para las caras nuevas que esta semana se adherían a las lista riberas. Etxániz, que formaba en su primera cita con la elástica blanquilla como titular, se encontraba con un panorama poco halagüeño para su estreno. Sin embargo, la suerte le depararía una actuación memorable, puesto que sería él quien mostrase el camino de la remontada con el gol de la igualada, pero antes hubo más.

Jito Silvestre se estaba moviendo por las inmediaciones de Pagola como pez en el agua, lo que abría para sus compañeros un amplio abanico de posibilidades que traerían de cabeza a un Tudelano aún noqueado por la primera diana vizcaína. Pudo el Sestao aguar definitivamente la mañana dominical a la parroquia navarra pero lo que pudo ser el segundo se estrellaría en la madera, estremeciendo por completo al personal allí congregado.

Aparecieron juntos y no revueltos por aquel entonces Víctor Bravo, Ardanaz y nuevamente Álex. Los tres se divirtieron combinando. Y entre tanta conexión andaba tambien Etxániz, que no tardó mucho en meterse al gentío en el bolsillo. En el 26´ el de Arrasate quiso sumarse a la fiesta a su manera; muy práctica. Tras un robo de Bravo en la medular y un preciso pase al hueco de Ardanaz, el que ayer luciese el dorsal número once se impuso en carrera y con un sólo toque la cruzó a la perfección, lejos del alcance de Domínguez. Al Tudelano no le había pesado tanto el marcador en contra como en anteriores citas y prueba de ello es que el empate de Etxániz llegaba en unos veinte minutos.

Poco antes del empate, más concretamente en el minuto 21, Morgado, que había llegado entre algodones a la cita, se rompía y era sustituido por Lumbreras. El capitán aprovechó la oportunidad para reivindicarse y firmó una de las mejores actuaciones que se le recuerdan últimamente. Sus centros e internadas por el carril supusieron apuros para los defensores del River, pero es que además se mostró mucho más seguro en labores de contención y solidario en las ayudas.

Entre el empate y el descanso, el Tudelano intentó asustar a los de la margen a base de balón parado, llevando Víctor Bravo el mayor peso de las acciones locales. El Sestao, por su parte, quiso apaciguar los ánimos locales reteniendo la bola en tres cuartos de cancha pero sin llegar a inquietar como en los primeros compases. Se firmó una tregua antes del corte.

Tras el retorno de la caseta de los protagonistas, el Tudelano se lanzó sin miramientos a por el premio, y la afición lo agradeció. El River de vez en cuando rugía, para que nadie se olvidase de que seguía por allí y que necesitaba los mismos goles que el equipo local para llevarse el gato al agua.

Con el juego raso, el campo volvió a inclinarse en favor de los riberos, y hubo innumerables avisos hasta la consecución de la remontada. Al margen de ese par de rugidos que a punto estuvieron de despeinar al conjunto tudelano, los lamentos de la grada fueron debidos a la falta de puntería de los suyos. Ardanaz, Álex, nuevamente Etxániz, y Azpilicueta dispararon a puerta con poco acierto en sus correspondientes ocasiones. Entre medio de el cóctel de oportunidades blanquillas, Jito enmudeció el cemento del Ciudad con una gran chance a la media vuelta.

Fuchs dispuso de veinte minutos para probarse ante su nueva afición y lo hizo con nota; se convirtió en un peligro añadido a la banda izquierda de el ataque navarro y dispuso de una gran oportunidad para haber cerrado el encuentro. Víctor Bravo, en la antesala del gol de la victoria, la envió fuera por muy poco con la testa, y cuando parecía que el gol definitivo se le resistiría a los de Mandiola, se obró la gesta. Lucho, que había saltado al césped poco antes sustituyendo al nuevo ídolo local Etxániz, se había mostrado muy insistente en los últimos encuentros, hallando el premio a su perseverancia con un remate de cabeza a la salida de un saque de esquina. El delirio llegó a falta de diez minutos para la conclusión en antiguo Elola y se celebró la diana por todo lo alto, con una ovación de las más prolongadas registradas en los últimos cursos.

El delirio no permitió al Tudelano cerrar la cuenta y acabar con el sufrimiento de una vez por todas, y es que la tensión en los últimos segundos parece haberse convertido en seña de identidad de este equipo. El Sestao tuvo un peligroso saque directo al borde del área y un último córner en el que los tudelanos hubieron de contener el aliento; los minutos pasan mucho más lentos cuando se acaricia la victoria con los dedos y el final parecía no llegar hasta que el silbato de Sánchez Rico irrumpió en el trance del Ciudad para cambiar el silencio nervioso por otra cálida ovación a los suyos. Buen Tudelano y buen partido, lo intentó el Sestao pero no pudo ser a pesar de no firmar una pobre actuación. Los de Viadero retomaron el camino de vuelta a casa de vacío, pero con el aliento de los suyos y pensando ya en la próxima jornada. Toca semana tranquila para el Tudelano, instalado en la zona más tranquila de la tabla.

CD Tudelano Sestao River
       
Pagola 6 Raul Domínguez 6
Delgado 6 Méndez

5

Morgado _ S. Rodríguez 6
Nandi 6 Cabero 5
Hidalgo 5 Jaio 5
Lázaro 7 Medina 5
Ardanaz 7 Maestresalas 6
Azpilicueta 6 Artabe 5
Álex Sánchez 6 Ricky 7
Bravo 7 Lafuente 5
Etxániz 7 Jito 7
Sustituciones
Lumbreras 7 Khous 5
Fuchs 6 Yanis _
Lucho 7 Yacine 4