El CD Toledo ha conseguido su victoria número 100 en la categoría de bronce en un partido donde por enésima vez el olfato goleador de su pichichi Rufino ha resultado decisivo. La pegada del delantero centro local ha evitado las tablas a las que parecía abocado el partido certificando con su décimoquinto gol del presente campeonato una victoria que el equipo local habría merecido ‘a los puntos’, y que sirve de paso para lavar la imagen del equipo ante una afición que no pierde esperanzas de playoffs.

Los sestaoarras, que renunciaron al intercambio de golpes propuesto por su rival, fiaron su suerte a esperar agazapados el paso de los minutos, y que la impaciencia local provocase algún descuido en su zaga. Sin embargo volvieron a caer ante un rival históricamente poco propicio, y, tal y como les sucediera en su penúltimo desplazamiento liguero en Tudela, los minutos finales volvieron a resultar fatídicos para sus aspiraciones de puntuar, confirmando que, en lo que a suerte se refiere, la “flor” de la temporada pasada parece haberse marchitado este 2015.

El anfitrión perdona y el huésped no asusta

Saltaban ambos conjuntos con una novedad en cuanto a los respectivos onces previstos. Josip Visjnic apostaba por un jugador de corte más defensivo como Sorribas en el centro cel campo en lugar de Barranco, mientras que Ángel Viadero adelantaba la posición del lateral Sergio Rodríguez al extremo izquierdo, cambiando de banda a Riki en el lugar que en los últimos partidos venía ocupando el galo Khous.

Ya desde el comienzo se pudo comprobar la tónica del partido, con el balón más tiempo rondando el área visitante, aunque en el primer cuarto de hora sobre todo viniera a través de faltas y sques de esquina que no terminaban de inquietar a Raúl Domínguez. El Sestao, por su parte, volcaba sus ataques por la banda izquierda, donde  Sergio Rodríguez dejaba detalles de calidad y buena compenetración con los desdobles de Artabe.

La primera oportunidad de peligro no llegaría hasta el minuto 12, tras un fuerte disparo de Julen Colinas desde fuera del area, que se iría bastante ajustado al palo del marco visitante.

Poco después, cerca del 20, llegaría una de las más claras en las botas de Rufino, que aprovechaba por primera vez el saque rápido en largo del guardameta Manolo para plantarse ante Raúl Domínguez, al que no lograba superar en su mano a mano.

La tercera ocasión local llegaba tras una buena jugada de contraataque con centro de Tomás que no remataba bien en el segundo palo Eneko Eizmendi, aunque no llegaría a ser tan clara como la que pasada el ecuador del primer tiempo dispondría el donostiarra Colinas, que completamente solo culminó con un chut muy desviado una jugada en la que el balón rondó de un lado a otro el área vizcaína. tras pasar por las botas de Tomás, Rufino y De Lerma.

Entre tanta llegada de los manchegos, los vizcaínos sólo replicaban con un par de disparos lejanos de Riki, simples balas de fogueo que apenas inquietaron a Manolo. A pesar de jugar con dos delanteros natos, los verdinegros no supieron nutrir de balones a Jito y Nacho Rodríguez, con sus extremos cada vez más pendientes de ayudar a sus laterales en defensa, y perdiendo con el paso de los minutos la batalla del mediocampo. De Lerma campaba a sus anchas y se erigía en el director de orquesta de los de Visjnic ante la falta de presión del doble pivote visitante, que prefería guardar la posición en su propio campo.

Sin embargo, y a pesar del dominio de la posesión, en el tramo final del primer tiempo sólo hubo que contabilizar una oportunidad más para el  Toledo, en un cabezazo de Mikel Fernández a la salida de un corner en el que Raúl no salió excesivamente bien de su marco.

Rufino gana el duelo de goleadores

Comenzaba el segundo tiempo por los mismos derroteros que al principio, con un Toledo que seguía acaparando el esférico y que llegaba a botar tres córners consecutivos en los primeros minutos de la reanudación. De Lerma era el primero que lo intentaba con un voleón desde la frontal del área en el minuto 53, aunque sería otra vez Rufino, en jugada individual propiciada tras otro saque en largo de Manolo, el que obligaba a Raúl Domínguez para evitar el primer gol toledano.

Sufriendo con los ataques por banda, donde los laterales Morales y Tomás buscaban siempre que podían la superioridad ,el River superaba el agobio gracias a la falta de puntería de los atacantes verdes, y al trabajo de sus dos centrales: Cabero, siempre bien colocado, y Nacho Neira, contundente tanto por arriba como por abajo.

Ángel Viadero trató de cambiar la dinámica del partido dando entrada a Medina en lugar del amonestado Dani Guerrero, y el refresco en la medular pareció surtir efecto por momentos, pues poco después Nacho Rodríguez gozaría de la mejor y quizás única ocasión que hizo temer a la parroquia local por la integridad del marco de Manolo. Corría el minuto 64 cuando el fichaje invernal del River aprovechaba una indecisión en la defensa local para encarar al portero local, que desbarataba con rapidez la primera intentona del delantero cántabro, y acertaba a despejar el segundo chut, ya más escorado y lejano, del que luego sería segundo sacrificado por Viadero.

Quizá por el susto, quizá por el bajón físico del que hasta entonces había sido su motor, el Toledo pareció enfriarse en torno al ecuador del partido, pero Visjnic supo reaccionar ante los síntomas de su equipo en el campo, dando entrada, primero a Iván Sales por un desafortunado Aaron Bueno, a Mejías, pero sobre a todo a un Barranco que sería decisivo para recuperar la iniciativa en el juego, y, más concretamente, en la jugada que en las postrimerías del encuentro desembocaría en el gol de la victoria local.

Antes, ya había desperdiciado Eizmendi otra clara ocasión en el minuto 77 para evitar la agonía, con un remate franco en el segundo palo tras una buena combinación por banda izquierda entre Iván Sales y Tomás. Con Jito anulado por un impecable Mikel Fernández, el Sestao quedaba huérfano de su referencia ofensiva en unos minutos donde quizá se echó en falta la presencia mucho antes de gente rápida como Yanis y Khous para poner en aprietos a una defensa local cada vez más volcada al ataque.

Con el tiempo prácticamente cumplido Rufino hizo cumplir el refrán y ‘rompió el cántaro de tanto ir a la fuente’, aprovechando un desajuste defensivo visitante para culminando con una gran definición en el segundo palo la asistencia de su compañero Barranco. El delantero madrileño bajó el balón con el pecho para rematar con la izquierda de tiro raso e impedir que Raúl Domínguez consiguiese el reto de mantener su portería a cero. Un gol que, sin tiempo prácticamente para nada más, servía para aumentar a 39 la cuenta de puntos del Toledo, manteniéndose en la octava plaza a 3 puntos de los playoffs. Un gol que provocaba la derrota del Sestao tras cuatro jornadas invicto, y lo deja en zona de nadie con 34 puntos, con la vista puesta en obtener cuanto antes las cuatro victorias que a priori necesitaría para certificar la permanencia en la categoría.

Puntuaciones VAVEL 2B

Toledo (1) Sestao (0)
       
Manolo 7 Raúl Domínguez 6
Morales 6,5 Resines 5
Tomás 7 Artabe 6
Mikel Fdez. 8 Cabero 7
Toño Vázquez 6 Neira 7,5
Sorribas 5 Dani Guerrero 4,5
De Lerma 7,5 Eneko Rubio 4,5
Colinas 6 Riki 5,5
Eizmendi 6 Sergio Rodríguez 6
Aaron Bueno 5 Nacho Rodríguez 5,5
Rufino 7,5 Jito 5
Suplentes
Iván Sales 6 Medina 5,5
Barranco 6,5 Yanis 5
Megías 5 Khous S.C.