Un nimio Zamora CF camina con paso firme hacia el holocausto sin ningún síntoma que lo desmienta. Un club que ha conseguido la mediocre cifra de seis puntos de 33 posibles durante el año 2015. Lo peor no son los resultados, son las sensaciones. Dice el refrán que “da igual que hablen mal o bien de ti, pero que hablen”. Y es eso, exactamente, lo que no le pasa a un equipo trivial, banal, donde la inoperancia y la insuficiencia campa a sus anchas. Si se intenta comprender de una forma racional y futbolística la situación del equipo, se llega a la conclusión que este equipo, no da para más. Del Zamora CF, sencillamente, no se puede decir nada en estos momentos, porque es un equipo baladí.

Una nueva oportunidad perdida

El pasado domingo, el Zamora CF tuvo una nueva oportunidad para redimir el tiempo perdido pero, una vez concluido el partido, la sensación de un empate a nada (0-0) contra un equipo de “su liga” como es el Atlético Astorga y, además, como local, era más que suficiente. Rescatar un punto en estas condiciones es un premio para un equipo que no tuvo ningún síntoma de merecer más, con independencia de los errores arbitrales. Un partido mediocre donde el Zamora CF practicó un fútbol mezquino, paupérrimo, insípido e intranscendente. Un equipo débil, reducido a arroparse defensivamente e intentar no cometer errores y esperar que algo surja de entre los cielos en forma de gol. Un equipo mísero en ataque, sin ideas, sin juego y sin ningún síntoma de cambio.

La realidad del Zamora CF

El Zamora CF está reducido a una pareja de medios centros estéril, una pareja de extremos discontinua, una pareja de mediapuntas ineficaz, varios delanteros deteriorados, un banquillo carente y nulo y un entrenador sin más ideas.

Fran Ochoa y Salva Rivas no están, ni de lejos, cumpliendo con las expectativas que se le presuponían en verano para ser la pareja de medios centros, el timón de la nave zamorana. Una pareja “ni fu ni fa” llamada a ser la creación de un juego zamorano que brilla por su ausencia.

En las bandas, el bravo Arkaitz Ruiz presenta síntomas de agotamiento, aunque ha cumplido con las expectativas esta temporada. Su entrega, su trabajo, y sus goles (es el actual máximo goleador del equipo) han sido claves para el Zamora CF. Por otro lado, el irregular Coque combina más partidos malos que buenos. El explosivo jugador salmantino, a penas ha exhibido sus cualidades en velocidad para romper defensas y a mostrado más su irregularidad, además de sus desmayos defensivos.

Arriba, ni Sergi Mut, ni Rodri, ni Carlos de la Nava, han funcionado para suplir con garantías la larga baja de Manu Gavilán. Mut, un delantero más puro, se ha mostrado intranscendente. Rodri y Carlos de la Nava, no siendo delanteros centros puros, no han servido para suplir esa carencia de gol. Además, los que habitualmente quedan fuera del once titular, se muestran inservibles para cambiar un partido. Un equipo con un fondo de banquillo inaprovechable y estéril.

Esta es la realidad de un equipo en puesto de promoción de descenso y que tiene que afrontar las últimas nueve jornadas de liga con la única esperanza que, los equipos de “su liga” no lo están haciendo mucho mejor y, a pesar de sus pésimos resultados, se presenta una mitad de tabla para abajo muy pareja e igualada, presumiblemente hasta el final de temporada, donde cualquiera tendrá opciones de salvarse, por muy mediocre que se haga, como es el caso del Zamora CF.