Ser el debutante de la categoría siempre es difícil. Habituarte a un nuevo estilo de juego, nuevos rivales, entre ellos muchos que son inéditos en la historia del club, desplazamientos más largos y, por supuesto, rivales de una entidad superior a los conocidos hasta entonces. Todo esto hace que a los equipos que debutan en una categoría se les atorgue el título de cenicienta.

Sin embargo, no siempre es así. El ser el equipo al que todos consideran más débil hace que, en ocasiones, ocurran sorpresas. El Nàstic, líder indiscutible, ya vivió en sus propias carnes lo que puede significar perdonarle a un debutante: casi caen en el Nou Municipal de Cornellà.

El año de los debutantes

Sin embargo, la temporada 2014/2015 está siendo especial: los debutantes están demostrando que eso de cenicienta es cosa de la Historia. En Primera División, Liga Adelante e, incluso, en Segunda División B se está demostrando que debutar no significa obligatoriamente descender.

Si miramos la máxima categoría española tenemos el ejemplo del Eibar. Los vascos debutan esta temporada en Primera División y cuajaron una impresionante primera vuelta, colocándose en octava posición con 27 puntos. A pesar de haber encadenado ocho derrotas consecutivas, los armeros siguen estando fuera del descenso, al que cada vez ven más cerca.

No solo el Eibar es ejemplo del buen año de los debutantes. En Segunda División el Llagostera está sorprendiendo a propios y extraños con, en este caso, una gran segunda vuelta. Tras unos inicios titubeantes, el cuadro de Lluís Carillo y Oriol Alsina encadenan ocho jornadas sin perder y ya le sacan 14 puntos al descenso.

No solo eso, los catalanes están a cuatro puntos de los playoffs de ascenso a la Liga BBVA. Y es que los azulgrana no podían ni pensarse estar tan cerca de la máxima categoría española. Hace tan solo diez años, el equipo de este pequeño pueblo se encontraba en Segunda Catalana, cinco categorías por debajo.

La buena dinámica del Cornellà

Pensando en el Eibar y el Llagostera está el Cornellà, que también debuta esta temporada en una nueva categoría, en este caso la Segunda División B. Los verdes también han cuajado una temporada histórica y de mucho mérito para un debutante.

A pesar de que los números en liga digan lo contrario, el año del cuadro de Jordi Roger es para enmarcar. Debut no solo en Segunda División B sino también en Copa del Rey, competición que no olvidará ningún aficionado verde gracias a su gran papel. Las victorias frente a Real Jaén, Zamora y Leioa permitieron al club catalán enfrentarse a uno de los mejores equipos del panorama mundial, el Real Madrid.

Sin embargo, todo eso queda atrás. Lo único en lo que piensa el Cornellà es en la salvación y en conseguir los diez puntos que le faltarían para certificar la permanencia virtual. No hay que ir muy lejos para ver quién fue el último debutante del grupo 3 en salvarse en su primera temporada.

El año pasado, el Olot consiguió seguir una temporada más en la categoría de bronce. Sin embargo, el cuadro de La Garrotxa se encontraba fuera del descenso con un colchón cómodo de puntos.

El Cornellà se encuentra en una buena dinámica. Ocupan plaza de promoción por la permanencia y encadenan cuatro jornadas sin perder, habiendo conseguido ocho de los 12 últimos puntos. Si mantienen esta media de dos puntos por jornada, la salvación podría certificarse antes de la visita de un peso pesado del grupo, el Lleida Esportiu.