Los vecinos de 'Ezkerraldea' se quedan a medias

Mucha ‘pasión’ pero ninguna ‘resurrección’ deparó el derbi adelantado al Miércoles Santo entre los dos clásicos de la Margen Izquierda, que no cumplieron con las expectativas y dejaron sin el merecido alivio a sus seguidores en plenas vacaciones de Semana Santa. El punto obtenido resulta insuficiente para las aspiraciones de un Barakaldo que puede ver aumentar la distancia del cuarteto de cabeza, mientras que deja al Sestao pendiente de una victoria al menos para confirmar virtualmente su permanencia en la categoría.

Sólo Neira roza el gol

Con el sol como testigo del inicio del choque, la parroquia local acogió con ánimo el once esperado, en el que Jito y Nacho Rodríguez, con el apoyo desde la izquierda de Riki volvían a formar en ataque, mientras Artabe volvía al lateral izquierdo y Medina recuperaban su puesto como segundo mediocentro, desplazando a Eneko Rubio a la posición de interior derecho. Mientras, por parte visitante, Intxaurraga repetía el esquema de 5 defensas que ya utilizara en su anterior desplazamiento a Tudela, con Larreategi incrustado como tercer central, y Aldalur y Gayoso como carrileros. En ataque se producía la otra gran novedad gualdinegra, con el retorno dos semanas después de Mario Barco como hombre más adelantado, acompañado de Alain Arroyo y el ex verdinegro Gerardo en segunda línea de vanguardia.

Nada más comenzar llegaron las primeras y únicas ocasiones del primer tiempo, ambas para un River que salió mordiendo en el mediocampo y provocando jugadas a balón parado. En una de ellas el central Nacho Neira, goleador la jornada anterior, se incorporaba al ataque para para obligar a Pato a lucirse en una buena intervención bajo palos. Fue la gran ocasión del Sestao y de todo el primer tiempo, en el que el paso de los minutos fue equilibrando la iniciativa del juego y serenando el excesivo ardor que presidían las acciones de unos y otros, y que obligó al colegiado catalán a mostrar tres tarjetas en el primer cuarto de hora.

Ambos equipos apostaron por fiar sus jugadas de ataque a la búsqueda de Jito y Barco, sus respectivos delanteros, que buscaban unas veces peinar el balón, otras, descargar el juego a sus compañeros, aunque sin crear demasiado peligro al sólido entramado defensivo impuesto por ambos técnicos. Mientras, en la batalla del centro del campo, el visitante Cusidor se fajaba en inferioridad con el mediocampo local, donde sobresalía la casta de un motivadísimo Eneko Rubio ante sus excompañeros..

Apenas un par de acercamientos con relativo peligro se contabilizaron por parte visitante, uno que acabó con una salida de su área del guardameta Raúl que acabaría por costarle una amonestación, y el otro en un disparo de Alain Arroyo que se estrellaba en el defensa Cabero.

Mario y Nacho no fallan; Gerardo y Sergio, sí

El paso por vestuarios no cambió de inicio la decoración del partido, con las defensas actuando como frontones y cortando cualquier atisbo de aproximación a las áreas. Sin embargo el Barakaldo empezó a sentirse más cómodo en el partido, imprimiendo más verticalidad y velocidad a sus acciones. Así, tras una recuperación en mediocampo, un contraataque llevado por Gerardo provocaba la amarilla de Cabero y una falta peligrosa que Larreategi colgaría al segundo palo para que el balón terminara cayendo a Quintanilla que remataría fuera.

Los buenos minutos del Barakaldo en el arranque del segundo tiempo tenían como portagonista a Ander Gayoso, que desde el carril izquierdo entraba como un puñal en la línea defensiva sestaoarra. Primero, tras un pase de Larreategi, habilitaría a Gerardo para que éste disparara a las manos de Raúl. Poco después, recibiendo del mismo Gerardo, entraría al área para ceder atrás a su compañero Barco, que, con la izquierda, remataba a placer al fondo de las mallas para celebrar de la mejor forma posible su reaparición en el once.

El gol dejó por momentos groggy a un River que venía de encadenar tres derrotas seguidas, y obligaba a Ángel Viadero a mover presto el banquillo, dando entrada a Khous en el extremo derecho y reubicando a Eneko Rubio en el puesto dejado por Medina en el mediocentro. Como en una partida de ajedrez, Intxaurraga respondía a su homólogo retirando a un tocado Alain Arroyo por Aguiar, para que el capitán gualdinegro ocupara la posición de extremo derecho y el asturiano Gerardo el lado opuesto.

Pudo sentenciar Gerardo para los suyos en un mano a mano contra Raúl Domínguez, pero el meta cántabro demostró que ése es uno de sus fuertes, y repelió el lanzamiento del punta asturiano, que perdonó una acción de la que poco después se acordaría. Concretamente en el minuto 71, cuando un balón colgado por el lateral Resines al área gualdinegra era cabeceado en primera instancia por Jito, luego por Riki, y finalmente introducido en las redes visitantes por el siempre oportunista Nacho Rodríguez.

Veinte minutos quedaban, y a partir de ahí el partido entró en una nueva dinámica, de ida y vuelta, en la que se unía la necesidad de ganar de ambos, con el miedo a encadenar una nueva derrota. Viadero buscaba frescura en sus llegadas dando entrada a Yanis y Sergio Rodríguez para intentar sorprender en una contra a un rival que apretaba para recuperar la ventaja perdida en el marcador.

El Baraka se desquiciaba, viendo cómo con el paso de los minutos se le escapaban dos puntos valiosísimos en su lucha por alcanzar el cuarto puesto, y a punto estuvo de dejarse los tres, si Sergio Rodríguez hubiese acertado, ya con el descuento cumplido, a definir un buen pase de Dani Guerrero que le dejó solo ante el portero visitante. Sin embargo el extremeño, desde el vértice izquierdo del área, le pegó con el interior, desviado, perdiendo la oportunidad de culminar la remontada y repetir el marcador de la última victoria verdinegra en un derbi de Ezkerraldea.

Con esta acción el colegiado daba por finalizado un partido que deja, a expensas de los resultados que se produzcan en el resto de esta jornada 32, a un Barakaldo con 49 puntos, y que podría verse más lejos de los playoffs si los seis rivales que le anteceden en la tabla suman más puntos, e incluso bajar hasta la novena posición si Socuéllamos y Getafe B vencen en sus compromisos. La visita de la Real Sociedad B a Lasesarre se antoja como el inicio de la particular contrarreloj que el equipo de Intxaurraga debe acometer en estas seis jornadas en pos del cuarto puesto.

Por su parte el Sestao River suma 42 puntos, y estará atento a lo que hagan Fuenlabrada y Leioa para no bajar de esa undécima posición que actualmente ostentan. A tres puntos de los 45, y aunque con un partido más, el colchón de 10 puntos sobre el descenso y ocho sobre la promoción parece que puede ser suficiente a poco que los pupilos de Viadero obtengan una victoria más, que seguramente querrán firmar en el próximo derbi ante el Leioa en Sarriena.

Puntuaciones VAVEL 2B