Como si de una película se tratara, el final cada vez está mas próximo, y cada partido que pasa hace pensar más fuerte en un final trágico. Cuando más inesperado es un trágico final, más triste resulta. En este caso de suceder lo que nadie en Zamora quiere que suceda, no creo que alcanzara a nadie de sorpresa. Es un final tan posible como alimentado cada semana. Jornada tras jornada, los que hace poco se fotografiaron junto al luchador Viriato, dan pie a ese miedo tan grande que es ya el del descenso.

Casualmente, desde la llegada de Roberto Aguirre al banquillo zamorano, el equipo ha coqueteado con el descenso varios años ( líbrese la pasada campaña). Pero acercado el final de esta, sea seguro que es el año que peor huele el ambiente. Aun dejando en símil este año con los comparados, no se encuentra entre los protagonistas actuales nadie que de esperanzas si quiera a emular a Nacho Matador, Dani Hernández o alguno de los cuales aparecieron en su momento cuando más se olía la sangre del matadero. Si apareciese, Zamora se lo agradecerá.

El Somozas se aprovecha de un Zamora sin identidad

El equipo de Michel Alonso es un ejemplo de superación. No solo ha sabido competir recién ascendido a la categoría de bronce, si no que si nada raro pasa, va logar la salvación de manera prematura y holgada. Ante el Zamora no jugó su mejor partido, pero supo querer hacer daño. El balón siempre buscaba una y otra vez a Héber y Jordi Martí. El primero no pudo crear peligro, el segundo si, el Somozas lo supo y finalmente el gol daría la razón. Después de ello el Somozas dio un paso atrás y quiso explotar las contras, pero no tuvo que hacer ni falta.

El Zamora ya se había rendido otra vez. Menos de media docena de jornadas para el final y se sigue esperando el coraje de este equipo. Quizás sea tarde cuando el equipo empiece a dar un paso adelante. Por el momento no se rompen filas y se sigue el guión marcado, sin dar una voz más alta que otra. Hasta los cambios van siempre pactados de casa. Ni siquiera Gavilán, la gran esperanza de este equipo, es capaz de poder marcar la diferencia. Nadie asume la responsabilidad de la situación. Nadie da atisbos de liderazgo, nadie que pueda impregnar un poco el espíritu de garra y nadie que inicie la revolución.

Ni siquiera lo que funciona perdura y los errores cuestan demasiados caros. La defensa zamorana solventa con acierto los ataques constantes que les produce el rival pero siempre aparece un momento de desconcierto que suele traducirse en jugadas claves. Garretas y Carrillo llevan partido en esa tónica. Cuajando partido muy correctos en el groso del encuentro pero en situaciones clave, como alguno de hoy incluyendo la jugada del gol, que acaban por cargarse su buen encuentro. Arkaitz y Coque trabajan tanto en defensa que se olvidan de producir ocasiones. El conjunto de todo crea un equipo sin identidad futbolística que hace que no se vea esa búsqueda de victoria, que por otro lado es lo único que necesitan.

Gol y poco más

El partido fue muy simplón y con falta de fútbol. El exceso de juego largo solo hizo que hacer ver pasar los minutos. Solo los buenos minutos de Ochoa por parte de los visitantes sería lo que el balón estuviera tocando el raso. La primera parte se inició con la mejor ocasión de los locales. Antas aprovecha un despiste de la defensa pero no puede con Miguel que manda a córner con una gran parada. Tras un pulso a juego por banda y balón parado del Zamora y las búsquedas a la espalda del Somozas se llegaría al minuto 27 donde llegaría la mejor para los de Aguirre. Coque remata de cabeza un centro de Arkaitz, pero el balón lo manda a córner Marc.

La segunda parte empezó con un Somozas más intenso, un Jordi Martí muy conectado y un Zamora que poco se fue apagando. Lo más destacado fue que el canterano Álvaro pudo frenar a Héber para que la sangría en estos minutos no fuera a más. Aún así llegaría el gol. Pérdida de Carrillo, elaboración entre Beitia y el recién ingresado Canario, y remate fácil del mejor de los gallegos, Jordi Martí. Alberto Prada pudo empatar en la posterior jugada con un disparo en un rechace que se marchó por poco, pero no era el día del Zamora tampoco ayer. Sin más movimientos que los cambios hechos por los entrenadores se llegaría mansamente al final de un aburrido partido. Quizás ninguno mereció perder, pero el Zamora tampoco mereció ganar.

Lo mejor: Jordi Martí. El atacante del Somozas llevó sensación de peligro durante todo el partido. Su velocidad entre la defensa creo inseguridad a toda la defensa zamorana. Avisó con una gran jugada del gol que anotaría minutos después. Puso así la guinda a un buen partido.

Lo peor: Zamora CF. Otra semana más y ya no quedan muchas, los de Aguirre pierden otro pequeño trozo de margen. Y lo peor es que no hay señales de resurrección. Esperemos que el coraje y la valentía estén cerca de aparecer porque sino un histórico de la categoría corre peligro de descenso.

UD Somozas (1) Zamora CF (0)
Marc 7 Miguel 7
Javi Rosa 6 Álvaro 6
Alfonso 6 Carrillo 5
Fiuza 6 Garretas 5
Pablo Pérez 5 Prada 5
Edy 6,5 Cristian 5
Antón 5 Rodri 3
Beitia 6 Ochoa 5
Héber Pena 5 Arkaitz 5
Jordi Martí 8 Coque 5,5
Antas 5,5 Manu Gavilán 4
Sustituciones
Canario 6 Carlos de la Nava 5
David López 5 Aarón 5
Andrés 5 Delaplace -