Cuando el sorteo del pasado lunes emparejó al Real Oviedo y al Cádiz hubo reacciones de todo tipo. Algunos preferían otro rival, otros estaban contentos con el rival pero no con el orden de los partidos, pero lo que deparó el emparejamiento entre azules y amarillos es que sean los carbayones los que ejerzcan de locales en el partido de ida y eso es inamovible.

Los precedentes para el Real Oviedo jugando el primer partido como local, son buenos. Hasta en ocho ocasiones afrontaron una promoción siendo anfitriones en la ida, solo perdieron la eliminatoria en una de ellas.

En la temporada 1960-1961 fue la primera vez que se dio esta circunstancia, el rival era el Celta y el motivo la permanencia en Primera División. Luis Aragonés anotaba el 1-0 para los azules y dejaban encarrilada la permanencia que sería rubricada en Vigo tras empatar a dos goles, siendo los autores de los mismo Ansola y Artabe por los carbayones y Tucho y País para los gallegos.

Tres años después, el Real Oviedo volvió a ejercer de local para permanecer en la máxima categoría, en esta ocasión el rival sería el Hércules. El partido en el Carlos Tartiere se saldó con un 4-1 favorable para los azules, siendo los goleadores José María, José Luis y Arsenio Iglesias por partida doble para los locales y José Juan para los visitantes. En el partido de vuelta, el único tanto anotado por Arana fue suficiente para que los oviedistas mantuviesen la categoría.

Hasta la campaña 1970-1971 no se volvería a repetir esta situación, esta vez era para permanecer en Segunda División y el rival el Palencia. Galán y Del Cueto ponían en ventaja a los azules para el partido de vuelta, en la ciudad palentina el Real Oviedo volvería a imponerse, esta vez por 1-2. Tinín anotaba para los locales y Galán perforaba hasta en dos ocasiones la meta defendida por Bermejo.

Una de las temporadas más gloriosas de la historia del club azul tuvo lugar en 1987-1988, el Real Oviedo terminó la temporada en puestos de promoción de ascenso a Primera División, teniendo que enfrentarse al Mallorca para conseguir esa plaza. En la ida, Juliá y Carlos hacían vibrar al feudo carbayón siendo García Cortés el autor del tanto bermellón. En el Luis Sitjar el resultado no se movió en todo el encuentro por lo que los azules ascendieron a la máximar categoría, llenando de alegría a toda la ciudad de Oviedo.

Diez años después, el conjunto oviedista se jugaba permanecer en Primera División, su rival sería Las Palmas. Un doblete de Iván Ania y otro tanto del panameño Dely Valdés parecía que encarrilaban la eliminatoria en el Carlos Tartiere, el partido de vuelta en el Insular comenzó de la mejor manera posible, Gamboa anotaba el 0-1 en el tramo inicial del partido, poco después el defensor argentino volvía a anotar un tanto pero esta vez en su meta, Pico y Paquito estuvieron cerca de obrar el milagro amarillo pero el partido finalizó con un 3-1 que suponía la permanencia del conjunto carbayón.

La temporada 2008-2009 también está guardad en la retina de los azules, el equipo carbayón certificaba su adiós a la Tercera División. En el Tartiere un gol de penalti anotado por Diego Cervero daba ventaja a los carbayones ante el Mallorca B, en el partido de vuelta solo hubo un gol en los 90 minutos reglamentarios, el anotado por Tejera. A lo largo de la prórroga el empate se mantuvo y el ganador tuvo que decidirse en la tanda de penaltis, allí aparecería Aulestia (que volverá al Tartiere, esta vez como visitante) para detener el sexto penalti de los mallorquines para volver a la división de bronce.

En la temporada 2012-2013 llegaría, hasta ahora, la última vez que los azules afrontaban una promoción de ascenso. Los carbayones debían buscar el ascenso por el "camino largo" al haber quedado en tercer lugar solo por detrás del Tenerife y del Leganés

La primera eliminatoria les emparejaba con el Albacete, Héctor Simón anotaba el único gol en el encuentro de la ida. El valor doble de los goles fuera de casa daría el pase al Real Oviedo, en la vuelta en el Carlos Belmonte los manchegos se imponían por 2-1, el doblete de Calle queda estéril ante el gol de Manu Busto que les hacía seguir adelante.

El Eibar sería el siguiente rival, el único capaz de vencer al Real Oviedo en una eliminatoria cuando los carbayones empiezan la misma como locales. A pesar de que el partido del Carlos Tartiere empezó bien, Aitor Sanz adelantó a los azules, el conjunto armero daría la vuelta al marcador con goles de Mainz y Guille Roldán. En Ipurúa los vascos no darían la mínima opción de a los oviedista de seguir su camino hacia el ascenso, un solitario gol de Guille Roldán finiquitaba la eliminatoria para los de Garitano.

Un balance de siete éxitos de ocho ocasiones posibles es un fantástico precedente para los azules, todo apunta a que esta eliminatoria para volver a Segunda División estará marcada por la igualdad, por lo que todo apunta a que se decidirá en el Ramón de Carranza.