El atacante Dani Hernández es nuevo jugador del Compostela. El equipo gallego se hace con los servicios del extremo zamorano de cara a la próxima temporada. El nuevo jugador firma una temporada y reforzará la banda derecha del cuadro gallego. En el día de ayer se pudo oficializar la incorporación del ya ex jugador del filial cordobés y se unirá a sus nuevos compañeros a mediados de Julio cuando comience la pretemporada. A Dani ya se le pudo leer en redes sociales la ilusión de firmar por un ‘histórico’.
Dani Hernández reforzará un ataque que puede quedar muy mermado tras las bajas ya conocidas y las que pueden sonar en las próximas horas. El zamorano de 23 años se desenvuelve a las mil maravillas en la banda derecha, pudiendo verle también a banda cambiada o por la zona de media punta. Es un jugador rápido, habilidoso y eficaz en el regate. Puede desbordar como un clásico extremo o puede combinar entre líneas por el centro. No desmerece de cara a puerta y tiene gran calidad, sobresaliendo su guante en el pie derecho. Será un jugador importante para el cuadro gallego.
Dani destacó en las categorías inferiores del Zamora CF, debutando de manera prematura en Segunda División B. Como juvenil, compartía la temporada con el primer equipo, coincidiendo con jugadores como Catú o Marcos Rodríguez. Sus tres temporadas en el Zamora fueron un impulso donde año tras año ganó protagonismo, y donde su última campaña fue vital para la salvación del equipo zamorano. Sus dos golazos en la primera eliminatoria ante el Villanovense son recordadas por la afición zamorana. Esa sería su última temporada en el Ruta de la Plata con siete goles en su haber.
Haría las maletas para firmar por un filial en busca de progresar en su carrera. Getafe B sería su destino donde tras una gran pretemporada con el primer equipo, no logró de afianzarse en el filial en un año raro del segundo equipo azulón (22 partidos, tres goles). Este último año probaría suerte en otro filial. El Córdoba B sería el equipo defendido por el extremo zamorano el pasado año, donde rindió a un gran nivel en lo personal (34 partidos, dos goles), pero con triste final en lo colectivo con el descenso del segundo cordobés.