El Atlético Astorga disputaba su primer encuentro de pretemporada este sábado pasado ante la SD Ponferradina. El cuadro maragato perdía ante el conjunto berciano por cero goles a dos, tantos obra de Gonzalo Melero y Álvaro Antón. A pesar de la derrota, los dirigidos por Álvaro García Moreno dejaban buenas sensaciones, en especial las cinco caras nuevas; además del juvenil Adrián Moro, que cumplió con nota en su debut con el primer equipo.
Víctor Andrés: la difícil misión de hacer olvidar a Taranilla
El centrocampista soriano tiene la complicada tarea de sustituir al talentoso mediocentro leonés Héctor Taranilla. En su primera toma de contacto con La Eragudina, y a pesar de acumular prácticamente un año sin competir, Víctor Andrés cumplió ante su nueva afición. Empezó el partido en el doble pivote junto a Porfirio Puente y lo acabó junto a otro de los fichajes astorganos, Adolfo.
Disputó los noventa minutos del encuentro y se le vio muy activo en todo momento. No dudo en bajar a 'echar una mano' a la zaga astorgana cuando los delanteros bercianos impedían la cómoda salida del balón por Víctor Gordón o David Uña. Tampoco tuvo reparos a la hora de sumarse al ataque, aunque el mayor físico del cuadro blanquiazul no permitió ver al soriano más allá de la línea de tres cuartos de campo.
Dani Pevida: alternativa en la linea de tres medias puntas
El asturiano llegaba al Atlético Astorga para sumar y así lo demostró en su primer partido con la elástica verde. La ausencia de Diego Peláez precipitó su debut como titular y obligó a Ivi Vales a cambiar la banda izquierda por la derecha. Su talentoso pie izquierdo dejó destellos de la calidad que atesora el exjugador del Fuenlabrada, Marino de Luanco o Caudal de Mieres, entre otros.
Le tocó lidiar con el portentoso lateral derecho de la Ponferradina: Seoane, pero dejó muy buenas sensaciones, sobre todo en la faceta ofensiva. Pero no se amilanó cuando tuvo que defender y se le vio muy implicado ayudando a José Luis Lago en una banda en la que el cuadro berciano buscó crear peligro con ahínco. Además fue el encargado de botar las jugadas a balón parado.
Antonio Pino: trabajo, lucha... pero faltó el gol
Debido a la ausencia de Roberto Puente por motivos laborales, el delantero cordobés salió desde el inicio y demostró que puede ser un excelente sustituto de Borjas Martín. Incordió a la defensa berciana y no permitió que Dani Suárez e Ignasi Miquel sacaran el balón con suficiente comodidad. En la primera mitad no iba a disponer apenas de ocasiones, pero dejó el hueco necesario para que la línea de tres medias puntas llegaran a las inmediaciones de la porteria de Dinu.
En el segundo acto, Antonio Pino iba a disponer de varias ocasiones claras, pero se encontraba con un acertado Roberto Santamaria, que impedía que el delantero andaluz anotara su primer gol con la elástica verde. Con el paso de los minutos y al igual que el resto de sus compañeros, iba a tomar menos protagonismo en el juego y no iba a poder conseguir ningún gol. Su presencia en el campo podría ser el complemento perfecto para Roberto Puente.
Adolfo: la sombra de Porfirio es demasiado alargada
Tras el descanso, el jugador granadino sustituyó a Porfirio Puente pasando a ocupar las labores de destrucción del jugador berciano. Aunque el centrocampista andaluz es más creativo no pudo frenar las acometidas de la Ponferradina, que en la segunda parte optó por jugar con tres hombres en el centro del campo. Eso le pesó a Adolfo, que no pudo demostrar el tremendo potencial físico que atesora.
Álvaro García Moreno tiene muchas expectativas puestas en el jugador andaluz, pero la presencia de Porfirio Puente frena las posibilidades de titularidad de Adolfo. Además, la Junta Gestora del Atlético Astorga se encuentra peinando el mercado con la intención de incorporar un nuevo mediocentro. Uno de los puntos fuertes del granadino son las acciones a balón parado, las cuales fueron botadas en su totalidad en la segunda mitad por él.
Marcos: la juventud e ilusión son una garantía
Entraba tras el descanso sustituyendo a Dani Pevida y cuajaba cuarenta y cinco minutos ilusionantes. Pegado a la linea de cal de la banda derecha fue una auténtica pesadilla para un Jorge Casado que ascendía la pasada temporada con el Betis a Primera División. Además, colaboró en tareas defensivas cuando se vio obligado y se complementó a la perfección con el jovencísimo Adrián Moro, que cuajó un notable partido.
No dudó en pedir el balón constantemente y levantó a los seguidores astorganos de sus asientos con una jugada espectacular. El del Alto Bierzo cogía el balón en su propia área y después de recorrer casi 80 metros disparaba a puerta pero no encontraba el premio del gol. Esa acción, su juventud, ilusión y picardía han calado hondo en una afición que confía plenamente en el extremo berciano.
Adri Moro: el juvenil, un recambio de garantías
Cuando los aficionados maragatos vislumbraron el once inicial del equipo, la sorpresa fue mayúscula al ver que el lateral derecho y el número dos eran ocupados por un juvenil. Y es que el rendimiento del jovencísimo jugador astorgano fue notable. En la primera mitad tuvo que lidiar con el veterano Pablo Infante; en la segunda, con un Álvaro Antón muy activo. En ambos casos supo aguantar y defender con seriedad y contundencia.
El único pero de Adrián Moro fue en el primer gol de la SD Ponferradina. El centro al área de Adán Gurdiel sobrepasó al joven lateral derecho, que nada pudo hacer para evitar el tanto de Gonzalo Melero. A pesar de su corta edad ha demostrado que será un jugador muy a tener en cuenta en los próximos años en el Atlético Astorga. Mientras no lleguén refuerzos para esa zona del campo y Cristian continúe su recuperación, Moro será el lateral derecho del equipo.