Era la prueba de fuego para un todavía naciente Club Deportivo Guijuelo. Mediada ya su construcción de cara a la nueva campaña y con los hombres de peso sobre el terreno de juego, la visita a Talavera de la Reina se presentaba como un test de nivel para un conjunto que, en esencia, no defraudó pese a caer derrotado en el marcador.
De inicio, Rubén de la Barrera, tras la debacle sufrida ante el Santa Marta, decidió echar toda la madera al fuego. Kike Royo, Antonio Moreno, Ángel Sánchez, Jonathan, Chema Antón, Javi Rey, Palazuelos, 'Piojo', Gordillo, Raúl Ruiz y 'el genio' Romero, saltaban de inicio con la intención de salvar con garantías el trámite y poner la categoría necesaria al partido contra su símil.
En el otro lado del campo, jugando en su feudo se encontraba el Talavera, también de la Segunda División B, motivo por el cual los pupilos del gallego De La Barrera tendrían la oportunidad de rodarse contra uno de sus iguales y sobre el papel, de su misma escala.
El inicio trascurría entre idas y venidas llevadas a cargo por parte de los sendos conjuntos, con la balanza un tanto equilibrada, si bien eran los locales los que, en esencia, llevaban el control y el peso del choque. Sobre todo de cara a portería rival, donde el Guijuelo se defendía estoico, sólido y sin fisuras.
Con los minutos, el Talavera se veía cómodo presionando a lo largo de todo el campo, mientras el Guijuelo aprendía de su nueva faceta de equipo sufridor, desde atrás, pero al mismo tiempo, sin conceder en exceso a su adversario. Al descanso, el marcador inicial prevalecía en el estadio de 'El Prado'.
No cambió el guion con la reanudación del encuentro. Al menos, no lo hizo hasta alcanzada la recta final del mismo, cuando Jonathan cometía falta sobre uno de los atacantes locales en el interior del área que defendía Kike Royo y que conllevaba su expulsión. Acto seguido, Pedro, delantero talaverano, convertía la pena máxima.
El citado acontecimiento decidió y puso fin a un partido en el que el Guijuelo siguió rodándose y buscando nuevas virtudes, pero en el que volvió a reencontrarse con la senda de la derrota tras hacerlo hace pocos días frente al Santa Marta de Tormes. La siguiente prueba de peso llega ante todo un Logroñés, rival de entidad, con la memoria puesta en Agustín Villar.
