Pocos metros más allá de las que fueron las tribunas de los sueños blanquinegras se celebraba en la víspera de este miércoles el encuentro que supone el segundo homenaje a la memoria de la histórica Unión Deportiva Salamanca. Las Pistas anexas al Estadio Helmántico acogieron la que fue la segunda edición del Memorial UDS; un partido que, enfrentando a su equipo homenaje, Unionistas de Salamanca, y al club charro de mayor categoría en la localidad, el CD Guijuelo, ofreció una buena dosis de fútbol y goles, lo que en definitva se espera de un encuentro honorífico y digno de la memoria de un club histórico como la 'Unión'.
En el marcador, el resultado reiteró lo que ya se había podido presenciar en el encuentro que midió a los sendos conjuntos en pretemporada, con resultado favorable a los verdiblancos (2-3). Nuevo partido para recordar en el que los chacineros, que estrenaban al tiempo la elástica del jamón, se adjudicaron el triunfo y con ello el título correspondiente al II Memorial UD Salamanca.
Rubén de la Barrera había planteado de inicio un partido de pocas exigencias, máxime pensando en la cita que les medirá al Somozas este mismo domingo, inmersos en una competición de Liga que no deben descuidar después de sumar sus primeros tres puntos en Pasarón y con la vista puesta también en la zona de Playoff de ascenso.
Pero pronto encontraba el Guijuelo el partido de cara, con un servicio raso de Aitor Aspas al corazón de la defensa que dejaba en el mano a mano a Ángel Lerma. No perdonaba el delantero para sumar un tempranero gol al tanteador y poner a la delantera a los verdes, que dominaban con solvencia los primeros compases.
Apenas se llegaba a la decena de minutos disputados cuando los cerca de dos mil aficionados blanquinegros despertaban en júbilo con el empate de su conjunto, mediante una jugada trenzada entre Vitolo y Ángel que este último transformaba con un remate directo a las mallas de Kike Royo. El partido entró después en una fase en la que el conjunto local se mostró superior, merced a una serie de contragolpes que forzaban a los chacineros a replegarse, pero sin sufrir en exceso, y asimismo, sin recibir el tanto que en todo caso hubiese supuesto la remontada de Unionistas.
La réplica de Ángel Lerma despertó al Guijuelo, y con ello, hizo saltar a todos los aficionados de su asiento. Con un gol de portada del ariete salmantino volvía a adelantarse el Guijuelo, y lo hacía con una chilena perfecta dirigida a la escuadra de la portería, realizando la cabriola desde la frontal del área, y lanzando una parábola imposible para el alcance de Darío. Ello puso el colofón a un primer acto frenético.
La segunda mitad no envidió en absoluto a la primera. No cambiaba el decorado y bien pronto el Guijuelo ponía la directa hacia el triunfo. Y lo hacía, nuevamente, por medio de Ángel Lerma, que enviaba a la red un balón desde los onces metros, tras redondear su triplete en forma de un penalti cometido por la defensa sobre Néstor Gordillo.
Unionistas de Salamanca recortaba distancias a pocos minutos de la conclusión, por medio de una gran volea que enganchaba Carli desde la frontal que no dio opción a Kike Royo. Allí murió el partido, el encuentro que, paradójicamente, mantiene vivo el recuerdo a la Unión Deportiva Salamanca, y que el CD Guijuelo se adjudicó en un partido digno de una fiesta del unionismo.