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El Pontevedra asalta Aranda con mucha polémica

La Arandina reclama un penalti no pitado con empate a dos en el electrónico y el último gol del cuadro granate por posición irreglamentaria.

El Pontevedra asalta Aranda con mucha polémica
Saludo protocolario entre jugadores / Jorge Alvarado
xuperjorge
Por Jorge Alvarado

Remar, remar y remar para ahogarse en la orilla. Es el perfecto resumen que se podría achacar a una Arandina que hizo cuanto pudo para ganar al Pontevedra. Levantó un 0-2 en contra y tuvo opciones de ganar, pero el buen hacer de los gallegos sobre el verde y un riguroso arbitraje del colegiado madrileño castigaron a los blanquiazules, que jugaron muchos minutos con diez jugadores tras la expulsión de Borja Plaza.

El inicio del choque ante todo pronóstico fue muy eléctrico. Dos equipos en liza se daban cita y no había tiempo que perder. Eso no tardó en notarse, sobre todo en un Pontevedra que, siguiendo el planteamiento que otros conjuntos ya han llevado a cabo en El Montecillo, buscaba un juego directo con balones largos para superar a la zaga ribereña. Y funcionó. Así, Jandrín pondría el primer aviso en el minuto tres con un disparo algo desviado, que corroboraría cinco minutos después Álex con un remate de primeras que blocaría sin problemas Diego.

Con las cartas granates sobre la mesa la Arandina movió ficha y comenzó a generar peligro. Pajarero dispuso de una doble clara ocasión en el minuto 13, y solo 180 segundos después Javilillo probaría suerte con un disparo que, cogiendo efecto, salió a unos centímetros del larguero. Tras otro aviso tímido de Gonzalo llegaría la réplica gallega. Barullo dentro del área ribereña que acababa con un remate de los de Luisito que se estrellaba en el lateral de la red. Y después de tanto toma y daca llegó el primer tanto del choque para los visitantes. Un remate de cabeza de Borjas Martín a una falta lateral bien botada pondría por delante a los granates; solo habían pasado 25 minutos.

Las oportunidades cesaron y llegó el turno de las interrupciones, amonestaciones y faltas. A través de estas llegaron los avisos del Pontevedra; Mouriño mandaba algo alto el esférico la primera, y cuando se daban por terminados los primeros 45', otro libre directo era transformado por Borjas Martín, al engañar a Diego disparando a baja altura y pegado al palo derecho. Jarro de agua fría y duro varapalo para una Arandina que tenía que levantarse.

Reacción ribereña

Y vaya si se levantó. No habían pasado tres minutos desde la reanudación cuando Pajarero, tras un gran remate de cabeza, recortaba distancias para la escuadra burgalesa. Con todo por decidir el cuadro ribereño siguió funcionando y estuvo muy cerca del empate. En el minuto 61 Pau y Portero disfrutaron de una doble ocasión muy clara que acabó salvando Edu. El peligro no cesó, aunque con un inciso: la segunda tarjeta amarilla para Borja Plaza, que se fue antes de tiempo al vestuario. A la Arandina no la pesó demasiado la baja -por lo menos hasta el final- pues consiguió la igualada. Y eso que antes Nico y Pau podían haber puesto el 2-2, como Borjas el 1-3. Sin embargo Adeva, que acababa de ingresar en el terreno de juego, fue el más listo y, nuevamente de cabeza, puso el definitivo empate sobre el electrónico.

Con la llegada de los últimos minutos al Montecillo, las dos escuadras decidieron arriesgar y a pesar de los continuos ataques no llegaron claras ocasiones. Lo que sí llegó fueron protestas -y múltiples- cuando a falta de doce minutos Mauri, tras superar a varios defensores, se plantaba dentro del área gallega y era derribado por el último hombre de la zaga granate. La grada reclamaba penalti pero el colegiado lo obviaba. Y si alguien pensaba que ahí había finalizado el protagonismo del trencilla, se equivocaba. En el tiempo de descuento una falta en ataque era pitada a Mauri para sorpresa de los locales, cuyos rivales aprovecharon para montar una contra que finalizaría con el 2-3, obra de Carnero y en posible fuera de juego. Con todo ello finalizó un partido bonito y finalmente bronco, en el que quizá, la figura del trencilla, no debiera haber salido a la palestra. Las repeticiones juzgarán pero el resultado no se moverá, y con él los visitantes suman cuatro victorias consecutivas y se plantan prácticamente en playoff, en detrimento de la Arandina, que con 13 puntos -dos por encima del playout- dormirá en decimotercera posición.