UD Melilla - Sevilla Atlético: 'La gran batalla del coliseo norteafricano'

Mañana del domingo. Los jugadores se calzan las botas. Están dispuestos a hacerlo. Tras la charla de sus repectivos entrenadores, saltan al césped. En Melilla se respira ganas de fútbol, ganas de ganar, hambre de puntos. Los locales saben que si no sacan adelante este encuentro, estarán condenados a hacer un esfuerzo mayúsculo para salir del pozo. No les puede la presión, pero siguen caminando hacia su emplazamiento y dar comienzo al envite. A su lado, existe otra mentalidad, otra maravilla, pero harán la misma labor. Los jugadores de la península quieren ser los mejores y ese precio pasa por coronarse hoy y aquí. Desde la banda, permanecen con la calma y parsimonia que se pueden permitir este tipo de encuentros de Segunda División B los dos entrenadores. El colegiado se dispone a hacer sonar su silbato. Llegó el momento.

Lo anterior, más bien podría asemejarse a una recreación de los instantes previos al encuentro que tendrá lugar mañana en el estadio Alvarez Claro de Melilla, entre la Unión Deportivo Melilla y el Sevilla Atlético Club. Son dos clubes con historias distintas, con caminos diferentes, que se encontrarán, una vez más, para discernir el presente y aclarar el futuro del fútbol modesto, entendiendo este por el balompié de Segunda División B. Dos trayectorias antagónicas se verán las caras sobre suelo de otro continente, a veces poco concienciados de ello, pero es ese rasgo de alternativa el que aporta la magia, incluso para los de casa, que saben bien de qué se trata lo que acontece.

Diecinueve puntos y segundo clasificado del Grupo IV, el Sevilla Atlético de Diego Martínez aterriza en la ciudad al otro lado del mar de Alborán, sobre todo, con el deseo de colocarse líder, algo que no pudieron cumplir la semana anterior solamente por varias horas, hasta que el UCAM Murcia CF les arrebatara la primera plaza de la parrilla tras golear al Algeciras CF. Precisamente, el equipo hispalense pudo aspirar al liderato venciendo al vecino del UCAM Murcia, a un club señor como el Real Murcia Club de Fútbol, por la mínima, eso sí, en un encuentro auténticamente intenso, de altos vuelos. No conocen lo que es bajar los brazos, de ahí en parte la clasificación que ostentan. Hace un año peleaban por otros intereses en Liga. Ahora mantienen la misma garra y, ello, unido a la experiencia de un año en la categoría de bronce que para la mayoria de los figurantes del Sevilla B fue el del debut, buscan un nuevo éxito, un nuevo reto, continuar creciendo. Pero para permitírselo o no, para eso se sitúa delante de ellos un vestuario ganador.

La UD Melilla, que no ha cuajado un inicio de campeonato de idilio, quiere y pretende vencer a su rival de mañana a toda costa, más sin necesidad acuciante. Fernando Curras tiene una difícil tarea, tanto como su próximo contrincante. Con una sola victoria en Liga, ante el colista actual del grupo, el Betis B, se presentan a la cita para comenzar la escalada que ya han emprendido otros clubes como el Linares Deportivo, Real Murcia, Recreativo de Huelva o RB Linense. La semana pasada cayeron por una fuerza mayor, la fuerza de la remontada, aunque no por ello bajaron los brazos en momento alguno. Además de salir derrotados de La Línea de la Concepción, también perdieron a un hombre clave, David Sánchez, quien no jugará por sanción al haber visto la roja al otro lado del Estrecho.

Para historia, la de los cuarenta y cuatro enfrentamientos que han tenido lugar entre estos dos equipos. Reparto de puntos sin un dominio claro a lo largo de los años. Curiosamente, la temporada pasada el Melilla asaltó el Viejo Nervion para llevarse los tres puntos y el último partido finalizó con empate a cero entre ambos. 17 victorias melillenses y 14 hispalenses, 13 empates son el bagage general histórico.

Fernando Curras expresó su convencimiento para revertir la situación actual del club y dar inicio a la ansiada, que no ansiosa, remontadacon un "estoy totalmente convencido de que lo vamos a sacar adelante".