El cambio de cromos en el Algeciras sigue adelante y los refuerzos siguen llegando para sustituir a las numerosas bajas que ha sufrido la escuadra de Mere. Desde Navidades, cinco han sido los hombres que han abandonado la nave albirroja. El primero en hacerlo fue Adri Gallardo, que retornó a la liga filipina. A continuación, lo siguieron dos de los capitanes del club, Javi Chico y Mario, aunque en este caso, ambos siguen jugando en la zona. Los últimos en irse han sido Samu Fernández, que ha puesto rumbo a San Fernando; y Suso, cuyo sitio está ahora en las islas Baleares.
Con la salida de tanto jugador, ha sido necesario traer también a otros que cubrieran sus huecos. De este modo, contando con Calahorro, hasta cuatro jugadores se han puesto en este último mes a las órdenes de Mere. El primero en llegar fue el ariete Migue Montes, al que siguió Marrufo, del Écija. Los dos últimos en llegar han sido dos zagueros: Toni Medina, procedente del Granada B y Calahorro. Así, el Algeciras, que se caracterizaba por no tener un fondo de banquillo demasiado amplio, ha hecho un cambio de fichas que prácticamente ha hecho cambiar el banquillo entero.
El último en llegar ha sido, por tanto, Juan Calahorro. El club anunció ayer domingo su llegada y hoy mismo se ha entrenado con sus nuevos compañeros. El central nació hace 28 años en Torredonjimeno (Jaén) y su carrera ha discurrido por lugares muy dispares. Jugó durante varios años en el Betis B, pero no logró hacerse hueco en el primer equipo y se marchó, primero, al Xerez, y después, al Alcorcón, ambos en Segunda. Su carrera dio un giro cuando se fue a Polonia a jugar en el Slask Wroclaw hace ya casi dos años, aunque una lesión de rodilla frenó su progresión. Ahora, tras estar sin equipo unos meses, vuelve a militar en un equipo español.