La derrota sufrida el fin de semana pasado frente al Toledo por 2-0 deja al conjunto de Alguacil en tierra de nadie, toda vez que el cuarto clasificado, precisamente el conjunto toledano, queda a once puntos, mientras que el Talavera, primer equipo en puestos de descenso, queda a diez puntos.

Cabe decir que exigirle al conjunto realista estar entre los cuatro primeros es muy injusto, para empezar porque ese no era el objetivo marcado al inicio de la campaña, y porque durante la misma, desde el club no han apuntado a ello.

Muchas bajas para el aspirar a subir

Por si fuera poco, jugadores como Elustondo u Oyarzabal no han podido jugar con el filial, o si lo han hecho ha sido en escasas ocasiones, sin contar además las cesiones de jugadores como Iker Hernández, Tena o Diarra a otros equipos del mismo grupo. No son los únicos.

A pesar de todo esto, el rumbo que había tomado el equipo entrenado por Alguacil hacía pensar que los potrillos podían luchar esta campaña por algo más que permanecer en la categoría y seguir formando a los canteranos para el primer equipo, sumando además buen juego a esos resultados positivos.

Sin embargo, los resultados de las últimas jornadas han complicado mucho el alcanzar los cuatro primeros puestos que ocupan Barakaldo, Real Madrid Castilla, Real Unión y Toledo, dejando al equipo en mitad de tabla y sin apenas opciones tanto para subir como para bajar.

Muchos puntos perdidos contra los punteros

Otra de las circunstancias que ha provocado esta situación es la debilidad del Sanse en los enfrentamientos frente a equipos punteros. Hasta la fecha, ha jugado 11 encuentros con los actuales seis primeros clasificados, y no ha podido ganar ninguno de esos encuentros, cosechando 5 empates y 6 derrotas.

Ahora, con el nuevo panorama, Alguacil podrá seguir con sus rotaciones pero sin la presión de ver los primeros puestos como algo que alcanzar, aunque dejando de nuevo claro que ese nunca ha sido el objetivo del filial de la Real Sociedad.