La consigna en La Palma es clara, concisa y efectiva. De aquí al final, nadie puede salir con vida de su montañoso estadio. Un fortín donde purgar todos los 'pecados' de la temporada para poder acabar con la permanencia. Esa es la teoría y Yosu Uribe el encargado de que se lleve a la práctica, como así fue en esta nueva final por la salvación ante el Leioa.
Los locales dominan y los visitantes aguardan
El conjunto canario salió a por todas ante su gente para poder dar una nueva alegría que les sacara de los puestos de descenso, y por ende, metiera a sus rivales de la apacible mañana del domingo.
Los vascos, a quienes tampoco les sorprendió el empuje local, se conformaron con presionar en todas sus líneas con mucho orden y aguardar para montar peligrosos contragolpes. En medio de este guión de partido, llegó la primera ocasión del mismo en un testarazo de Nacho.
Los vizcaínos ni mucho menos inquietaban al meta local Ione, pero el paso de los minutos no cesaba y con el marcador inicial se llegó al descanso. El 'Mensa' pudo adelantarse en dos ocasiones de Yeray, pero en una se topó con el larguero y en otra con el guardameta Ángel Díez.
Tras la reanudación, el equipo rojinegro no entró del todo bien al choque, subiendo la participación ofensiva del cuadro visitante, aunque bien es cierto que sin causar sensación de peligro alguna. Apenas se pudieron anotar ocasiones suyas, más allá de un tímido chut de Etxaniz.
Jaime y la polémica entran a escena
Corría ya el minuto 73 de encuentro cuando llegó la jugada clave que lo decantaría. Jaime aprovechaba con la testa un centro medido desde la esquina de Omar y abría el partido. En la celebración del gol, el meta visitante Ángel era agredido por varios aficionados al intentar recoger el balón de las mallas, como así reflejaría el colegiado en su acta. Un muy fea agresión que detuvo el encuentro durante seis minutos de asistencia médica al meta.
Polémicas aparte, volvía a resaltar la importancia de Yosu Uribe: los cambios efectuados y un córner de pura estrategia (ensayado con insistencia en la sesión del viernes) decidían el choque a su favor.
El encuentro llegó a su final con el 1-0 con más tensión que fútbol; y más coraje visitante que ocasiones para empatar. Un resultado que saca al Mensajero de las posiciones de descenso más de 200 días después y que mete a los de Leioa en el pozo.