La XXII edición del Trofeo Ibérico contará con un derbi extremeño como colofón. Tras 11 años de ausencia, la ciudad de Badajoz se ha vestido de gala para recuperar un evento veraniego que, desde su inauguración en 1967, ha gozado de gran prestigio. Sin embargo, en esta ocasión el trofeo presenta una importante variación: consta de dos jornadas y de dos finales independientes.
Así lo ha decidido la directiva del CD Badajoz que añadirá una "segunda final" de índole extremeña a la disputada anoche entre Villarreal y Sporting de Portugal. Una primera jornada marcada por la victoria del submarino amarillo que, tras empatar a cero, se alzaba con el trofeo al imponerse al actual subcampeón de la liga portuguesa en los penaltis.
La fiesta de hoy será para el fútbol extremeño con un encuentro entre dos de los equipos más representativos de la región. A las 21:00 horas, Extremadura UD y CD Badajoz saltarán al césped del Nuevo Vivero con el objetivo de llevarse el trofeo a sus vitrinas. Un derbi que si por algo se caracterizó la temporada pasada fue por su enorme igualdad, con empate a cero en los dos enfrentamientos de liga entre ambos conjuntos.
El Extremadura llega a la capital pacense inmerso en su puesta a punto. Los nuevos fichajes muestran con goles su progresiva adaptación al equipo y tras incorporar a Pierre, Fall y Diego la semana pasada, se dota de alternativas a una plantilla que poco a poco va perfilándose.
Tras la victoria por 2-3 en Calamonte, la prueba de hoy enfrentará de nuevo al conjunto azulgrana con un duro rival, claro favorito a quedar campeón del grupo XIV de Tercera División y que cuenta con grandes refuerzos como Álex Herrera, Ruano o José Ángel, ex-jugador del CD Ebro.
Ruano frente a sus ex-compañeros
Uno de los protagonistas del encuentro, sin lugar a dudas, será el ex-azulgrana Juan Ramón Ruano, hombre clave en el ascenso del Extremadura UD a Segunda División B la pasada campaña. El centrocampista, flamante fichaje del CD Badajoz, se estrenará esta noche ante su nueva afición y tendrá la oportunidad de enfrentarse a aquéllos jugadores que hasta hace muy poco compartían vestuario con él.