Hungría y España llegaban al partido ya clasificadas y con la única duda de conocer al rival para los octavos de final. España ya era primera de grupo, y ha confirmado su pleno de victorias en la fase de grupos. Se enfrentará al perdedor del Turquía-Letonia. Hungría termina como cuarta clasificada.
Si la diferencia de plantillas entre ambas selecciones aseguraba la victoria de España, el mayor aliciente del encuentro era la posibilidad de que Pau Gasol se convirtiera en el máximo anotador histórico de los Eurobasket. El de Sant Boi se puso rápido manos a la obra.
Necesitaba 14 puntos y anotó 10 en sus seis primeros minutos en pista. Además, España desarticuló cualquier opción húngara desde el tiro exterior, con un fantástico 57% de acierto en la primera mitad. La ÑBA ya doblaba a su rival en el marcador
Hungría dejó a Hanga en el banquillo sin disputar ni un minuto. Ya estaban clasificados y consideraron que no hacía falta la presencia del alero del FC Barcelona Lassa. Así, las pocas armas de los húngaros eran aún menos. Vojvoda monopolizaba los ataques pero sin éxito, debido al sistema de ayudas de la selección española.
Scariolo no tardó en mover el roster, ya con el partido en el bolsillo. La selección no dudaba en correr cuando tenía opción, aunque Pau siguió acaparando todos los focos. Con un triple batió el récord de puntos a 4:30 del descanso. El banquillo estalló y su nombre retumbó en la megafonía del pabellón, aunque el partido no se detuvo. Otro hito en la histórica del deporte, otra marca inhumana del mejor jugador de la historica de nuestro baloncesto.
Volviendo a lo númerico, se cambiaron las tornas en la parte final del segundo cuarto. Se cerró el año español y se abrió el de HUngría. Dos triples de Ferencz acercaron a los húngaros en el marcador (27-37 min 19), aunque con cuatro puntos de los Gasol ESpaña se fue doce arriba a los vestuarios (29-41).
Sergio Scariolo no se fiaba de esa diferencia y repitió el quinteto inicial del encuentro al comienzo del tercer cuarto: Ricky Rubio, JUan Carlos Navarro, Fernando San Emeterio y los hermanos Gasol.
La gran ventaja española estaba en la pintura. Durante buena parte del encuentro, Pau y Marc fueron los mayores anotadores del combinado nacional. Hombres altos de Hungría como Karahodzic tenían problemas de personales.
España ampliaba diferencias con suma facilidad, pero volvieron a repetirse los pocos males de la primera parte: la selección húngara volvió a vivir dos minutos de gran bagaje ofensivo al final del tercer cuarto, y volvió a inquietar a España (46-57 min 29). Scariolo lo paró y un triple de Sergio Rodríguez amplió distancias.
Sin embargo, Hungría aún tenía voz para discutir. Encomiable su lucha hasta el último minuto, envalentonados por el público trasladado al pabellón rumano. Los húngaros lograron por fin bajar de los diez puntos a base de triples (55-60 min 32). La estrella ausente, Adam Hanga, animaba desde el banco. Scariolo, inquieto, resoplaba. Inesperadamente, había partido.
Fue entonces cuando España demostró personalidad y madurez. Jugó pausado y en estático, mientras que la conexión Chacho-Willy y Juancho Hernangómez aportó los puntos necesarios para evitar el susto y sentenciar el partido a siete minutos del final.
El resto del partido, poca historia. Minutos para los menos habituales (Sastre, Vives...) y anotación repartida entre todos, con Sergio Rodríguez a la cabeza. También se produjo una mala noticia: la confirmación oficial de que Álex Abrines no volverá a participar en este Eurobasket debido a sus problemas en la tibia. Al final, Oklahoma se impuso a los argumentos de la FEB, y el alero no viajará a Estambul para la última fase del Eurobasket.
España se enfrentará el domingo al perdedor del Turquía-Letonia, en horario aún por confirmar.