El Atlético de Madrid se impuso al Sevilla en un duelo directo por la Champions. Una nueva jornada festiva arrancaba en el Metropolitano: Desde por la mañana se ofreció un desayuno de chocolate con churros y numerosas actividades a los aficionados para seguir celebrando la mudanza al nuevo estadio.

Con el estómago lleno tocaba ocupar los asientos y disfrutar de un partido importante por lo que había en juego y en el que brilló un jugador por encima de los demás, Yannick Carrasco.

Como viene siendo habitual el Atlético aprovechó la primera parte para situarse en el partido, aunque dispuso de una gran ocasión en las botas del belga que acabó en la madera tras una buena combinación con Koke.

Al inicio de la segunda mitad los locales salieron, como también es habitual, de forma arrolladora y en el primer minuto una cabalgada soberbia de Vietto y un pase al hueco para Carrasco provocó una carrera entre el extremo rojiblanco y Nzonzi, que se vio tan superado que no atinó a ceder en condiciones el balón a Sergio Rico de modo que Carrasco se adelantó al guardameta y tras regatearle puso el 1-0 en el marcador a portería vacía.

A la hora del aperitivo el blega regaló un plato de alta cocina a los aficionados rojiblancos con una actuación muy completa: Además de marcar el primer gol volvió locos a los defensores sevillistas con sus regates y ayudó en defensa cuando el equipo lo necesitó. Con 1-0 en el marcador el Cholo cambió a Vietto y adelantó la posición de Carrasco, que se colocó en punta junto a Griezmann para aprovechar su velocidad y su desborde. Y funcionó ya que las mejores ocasiones del Atlético pasaron por sus botas.

Sin duda Yannick Carrasco está pasando por un momento dulce y cuando está bien se le nota. Con el belga en forma el Atlético de Madrid cuenta con un jugador diferente, capaz de desarbolar los sistemas defensivos más poblados y de volver loca a la parroquia rojiblanca con sus increíbles jugadas.