Se retiró Manu Ginóbili: grazie tante gigante bahiense

Como todos sabrán, ya hace dos días, Emanuel Ginóbili anunció su adiós al básquet profesional, haciendo así efectivo su retiro. Si los argentinos miramos la marca que dejó en su carrera, vemos en unos de sus tantos torneos jugados los títulos logrados en Italia.

Se retiró Manu Ginóbili: grazie tante gigante bahiense
Foto: Líbero
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Por Luis Ariel Acosta Montero

En Vavel seguimos repasando la majestuosa carrera del argentino, oriundo de Bahía Blanca, Emanuel Ginóbili, quien hace 48 horas atrás hizo efectivo su retiro del baloncesto profesional. Ahora paremos en la línea del tiempo Ginóbili para ver su paso por Lega Basket Serie A1 de Italia.

Para climatizar el recuerdo del bahiense por la liga de los ítalos, pensaremos que si fuéramos los europeos tampoco nos alcanzaría las palabras pero le podríamos decir al “pibe” de 41 años: Grazie tante gigante Bahiense o Sei il più grande, il nostro orgoglio, sos marchio nazionale; que traducido al español le estaríamos diciendo muchas gracias gigante Bahiense o sos el más grande, nuestro orgullo, sos la marca nacional.

Ahora bien, iniciando la línea del tiempo Manu, en 1997 se dirigió a Italia para jugar dos temporadas en el Basket Viola Reggio Calabria. Durante ese período, en 1999, fue elegido en segunda ronda del draft de la NBA por San Antonio Spurs con el puesto nº 57.

Sin embargo, decidió quedarse en Europa tras una oferta realizada por parte del Kinder Bolonia para jugar dos temporadas. Aquí logró consagrarse como uno de los mejores jugadores del viejo continente, ya que en este tiempo ganó con su equipo dos Copas de Italia (2001 y 2002, siendo el MVP de la segunda), una liga italiana (2001, siendo también el MVP de la misma) y una Euroliga (2001), siendo el MVP de las finales. También fue seleccionado para jugar el All-Star en dos ocasiones.

"En Italia es donde aprendí todo"

En 1998, en Reggio Calabria, hubo una gran ambición. El equipo estaba en la Liga 2 pero quería regresar a la máxima categoría. El entrenador, Gaetano Gebbia, buscó un escolta confiable pero también que fuese un piloto en el campo para sus compañeros de equipo. Quizás esa sea la única pieza que se estaba perdiendo.

Se enteró de Ginóbili, pero para tomar una decisión final le pregunta a uno de sus ex jugadores que había regresado a Argentina. Su nombre es Giorgio Rifatti y su respuesta no dejó dudas: “Tómelo con los ojos cerrados”. No era el primer argentino que pasó por Reggio.

La gente todavía tiene en sus ojos la obra de Hugo Sconochini, que mientras tanto, fue a jugar a Bologna. Y fue Sconochini realmente quien logró convencerlo de que el entorno de Reggio habría sido el correcto. El único problema fue el físico. 'I'm still flaco' dirá después de los primeros juegos.

Flaco, no muy musculoso, se da cuenta de que sufre demasiado por alguien a quien le gusta acercarse a la canasta. Entonces él se cierra en la sala de pesas y se pone esos músculos que le sirvieron para competir con los grandes. Reggio gana el campeonato aunque falló ese mismo verano.

El verano es el de 1999, el mismo en el que se lo llamó a Ginóbili para el draft de la NBA. Número 5, segunda ronda. San Antonio. En el otro lado del océano hubo un gerente general, R. C. Buford, que ya lo había visto a pesar de su corta edad y su talento inmaduro. Pero Manu sabe que es demasiado pronto para tratar de competir con los gigantes.

"Crecí en Reggio Calabria, gané en Bologna. Todo lo que aprendí allí me ayudó a competir en los niveles más altos"

Bologna en 2000: Ginobili llegó a Virtus y finalmente pudo aspirar a algo importante. Encuentra a Sconochini pero toda la lista es del más alto nivel. Abbio, Rigaudeau, Danilovic Griffith, Jaric, Smodis, Andersen, Frosini. Desde Australia a Francia a través de los Estados Unidos, Serbia y Eslovenia.

En aquel vestuario se habló muchos idiomas, pero todos, al final, querían lo mismo. El entrenador fue el correcto. Ettore Messina y tiene el mismo carácter hiperagonístico de Manu. Los dos se entienden el uno al otro sobre la marcha.

Tácticamente, el juego era el más adecuado para resaltar sus cualidades de liderazgo. No es coincidencia que fue aquel el año del triplete histórico para el bahiense.

En cuanto a la consagración en la Euroliga (con el título de MVP, mejor jugador de la final). Copa italiana. La manía de Ginóbili estalló en Bolonia. Pero dura muy poco. El año después del bis solo viene para la copa nacional. Ese mecanismo perfecto se rompió y el jugador argentino ya pensaba en su nuevo desafío. Con una malla negra y plateada, Spurs.

Anécdota con sus "hermanos" italianos

Recordamos un partido de copa con Virtus. Tenía problemas musculares, parecía inquieto pero, como sucede cuando te enamoras de alguien, se estaba convencido de que todo el universo, como dijo Coelho, estaba de acuerdo con nosotros. Se pudo ver desde el punto de vista del ex-coach de Manu. Ve Manu, juega, verás que te pasa, le mencionaba el entrenador.

“Realmente fue así, casi siempre. Para la diplomacia, en temporadas recientes, trataban de no recordar su edad. Dicen que mil palabras no dejarán una impresión tan profunda como una acción. Con él fue fácil, porque este campeón que usó su mano izquierda como el espadachín más hábil, con una acción encendida la noche de un juego difícil”.

“Se ganó todo en el terreno de juego antes de que el entrenador, su padre Jorge, quien creció en Argentina en una familia de orígenes Marche, le dio un lugar en Bahía Blanca con sus hermanos Sebastián y Leandro. Tenía 19 años. Dos años más tarde, aquí estaba en Reggio Calabria, a la edad de 23 años tomó el Virtus de Ettore Messina. Hermosa boda. Desde la camiseta número 10 en Calabria hasta el número 20 de los San Antonio Spurs cuando tenía 25 años”, expresaron algunos de sus ex compañeros del Virtus.