La eliminación del certamen continental fue un golpe duro para Lanús, que buscaba mantenerse como el único argentino vigente en los tres frentes, con el torneo de 30 equipos y la Copa Argentina como proyectos paralelos. Aunque sea imposible coronarse campeón, al igual que su rival Aldosivi, ambos pelean por definir la entrada las liguillas para participar internacionalmente en 2016.
Lejos del foco de atención de la fecha, la jornada la cerraron en Mar del Plata, con un Minelli teñido de dos hinchadas y con la expectativa de la liguilla como el único consuelo. Lanús necesitaba levantar su imagen que dejó el pasado jueves y los locales querían desviar su andar irregular.
Con dos goles de Rosales y uno del Pepe Sand, Aldosivi derrotó por 3-1 al Granate, que tuvo a Nicolás Aguirre como artífice del descuento. Un resultado que dejó mejor posicionado a los marplatenses y a Lanús vigente para el pase a la liguilla pre Sudamericana, aunque Barros Schelotto no esté conforme.
“Fuimos superados por Aldosivi en todo concepto: en el juego, en la actitud”, reconoció el DT al terminar el encuentro, argumentando que “después en el segundo tiempo, con actitud y ganas, fuimos empujando y le dimos la posibilidad al rival de que tenga más el manejo de la pelota y chances de gol”.
La desconcentración con la que entró Lanús, que pudo haber sido creado tanto por la presión de haber caído por Sudamericana como por el incidente provocado a Lugüercio, se plasmó en los goles del local: ”Me parece que en los goles hubo errores individuales. Si uno analiza los tres goles, en cada uno encuentra un error grave individual”.
Sin embargo, pese a las secuelas que dejaron los penales que clasificaron al conjunto charrúa, Guillermo confió en que “no hay tiempo para lamentos. No hay tiempos para decir ‘perdimos con Defensor y quedamos eliminados de la Sudamericana, por estamos mal’”.
“Esto es otro campeonato, vestimos la camiseta de Lanús y todos los días se prepara para poner en alto el nombre del club, y hoy era un partido para ganarlo”, continuó en su discurso, que mostraba fastidio por no haber superado la derrota y bronca por haber caído nuevamente. Y agregó: “No hay tiempo para nada, no es una excusa la derrota ante Defensor Sporting”.
Para cerrar su palabra en la rueda de prensa, sin despegarse de su descargo, pensó en el futuro. “No nos podemos detener en una derrota porque a futuro viene la Copa Argentina y tenemos que seguir sumando en el torneo local”, disparó el Mellizo, que el 21 de octubre deberá enfrentar a Boca en semifinales.