Los presidentes Nicolas Russo, por el lado de Lanús, y Eduardo Spinosa, por el lado de Banfield, iniciaron importantes negociaciones en la AFA y en la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi.De.) para que ambos equipos puedan contar con su respectivos públicos visitantes en los dos derbis que se jugarán durante el mes de abril.
En primera instancia el conjunto ahora dirigido por Julio César Falcioni hará de local en el Estadio Florencio Sola durante la décima jornada que se disputará el sábado 9 o el domingo 10 de abril (aún resta confirmar el día). Luego volverán a verse las caras dos semanas después en la duodécima fecha, ésta vez con el grana como local.
El motivo del pedido por parte de los dirigentes es, en primera instancia, para tener la posibilidad de contar con un ingreso extra que los ayude a reparar algunos problemas económicos que ambos clubes están enfrentando desde hace tiempo, debido a la desidia de gestiones anteriores.
Sin embargo, Spinosa declaró también que "de ambos lados se quiere que los simpatizantes le den el colorido necesario a ese espectáculo futbolístico, manteniendo el sano folklore de la zona".
No caben dudas de que si se logra el cometido será un logro de suma importancia para ambas dirigencias, que desde hace tiempo vienen realizando destacables esfuerzos por sacar adelante sus respectivas instituciones. Además los aficionados de cada equipo tendrán la posibilidad de demostrar que en Argentina es posible un futbol sin violencia y en paz, aun cuando se enfrentan dos rivales históricos. Ésta cuestión también fue destacada por la máxima autoridad del club banfileño que consideró "interesante que se permitiera la presencia de los visitantes en estos dos clásicos como para dar un puntapié para el cambio".
De concretarse la propuesta tendrá lugar un hecho histórico ya que el clásico del sur no se juega con público visitante desde el Torneo Clausura 2012. En aquella oportunidad fue el granate quién venció al taladro por 2 a 1 en el Estadio Néstor Díaz Pérez. Algunas semanas después, Banfield descendió a la Segunda División tras paupérrimas temporadas.