Los marcadores de los primeros y de los segundos 45 minutos de juego fueron concluyentes. Ayer, en el estadio José Dellagiovanna, Tigre fue uno en la primera mitad y otro en la segunda mitad.

La fecha de clásicos del futbol argentino, no tuvo la magia que un clásico deja ver desde las hinchadas. Una noche de mucho frío, en un horario poco conveniente, se aliaron contra el hincha que a las 18.30 pensaba asistir al estadio.

Fue ese frío, el primer protagonista, porque el futbol se ausentó durante la primera mitad. Alguna jugada del equipo visitante, con buena intervención de Blengio es la única jugada que vale la pena resaltar. Desde lo individual, el mismo Blengio y el 'cinco' de la Era Troglio, Lucas Menossi fueron los únicos que se puede hacer mención. Por el lado de la visita, tampoco mucho para resaltar, solamente el nerviosismo característico de Caruso Lombardi que ayudó principalmente para entretener al periodismo y algunos hinchas.

El frío no aminoró cuando comenzó la segunda mitad, pero parecería que algo cambió en el vestuario en el entretiempo, porque los mismos once salieron de manera muy distinta. Mientras Sarmiento no lograba salir de su estado somnoliento, Tigre comenzó a atacar y a generar peligro. Se mantuvo Menossi, pero con él, todo el equipo empezó a funcionar.

El mediocampo empezó a funcionar en un conjunto. Por derecha, el nuevamente mediocampista, Galmarini, supo acoplarse muy bien con Leandro Marín y aprovechar el muy buen día que tuvo otro histórico matador, Luna, que justo ayer volvía a la titularidad (primera vez desde que está Trolgio en el banco de suplentes). Por izquierda lo mismo, Japo Rodríguez haciendo delirar a la hinchada asociándose con Lucas Janson, de gran labor y generando peligro por todos lados.

Es por la izquierda donde Tigre más aprovechó los espacios. Los cambios de frente, la habilidad para transportar desde el campo del local hacia el arco de la visita, y la visión para habilitar de Rodríguez, sumado a la enorme velocidad del apodado Lucas "La pesadilla" Janson, que amaga para un lado, para el otro, y los rivales quedan desparramados; encara a cada rival, siempre con el arco entre ceja y ceja. Por la izquierda es donde más se lastimó, sin embargo también es por allí donde está el punto más flojo del equipo, Emiliano Papa, de mal torneo y el punto fijo de las críticas del hincha que asiste a ver a su equipo.

Entre los mencionados delanteros, se encontró otro jugador que con el correr de los minutos se convirtió en clave, hasta que puso ese pase entre lineas, dejando mano a mano al goleador del torneo de Tigre, Janson, para que abra el marcador. Es Federico González quien concluyó un gran partido, asistiendo en el gol y en varias otras que cerca de ampliar diferencias estuvieron.

Un triunfo que dejó varias perlitas: Primero, volver a ganar en victoria, donde parece que se vuelve a hacer fuerte. Luego, se vivió unos minutos que hacía muchos años no se vivía: 4 históricos compartieron cancha, ya que el ingreso de Diego Castaño, se sumó a Luna, Galmarini y a Blengio. Por último, claro... Ganar el clásico siempre debe marcar un camino de más triunfos por venir.