"Todo lo demás es chamuyo", pregona una de las tantas banderas que encuentro tras encuentro sabe posarse muy cerca de alguno de los arcos del estadio Carminatti. Esta máxima resumida en pocas líneas, le cuaja a la perfección a un encuentro que en la previa, se suponía mucho más interesante.
Largas semanas de duro entrenamiento, 16 incorporaciones (más 14 bajas), problemas con sueldos atrasados, ilusiones y muchas ganas de superar un escollo más que complicado. Todo esto se vino totalmente abajo, cuando apenas comenzado el encuentro (poco más de 5 minutos), un penal más que polémico sobre Lisandro López logró desequilibrar una disputa que en los primeros minutos de juego, parecía inclinarse para el lado aurinegro.
Más allá del marcador desfavorable, hay que reconocer que los de Bahía supieron superar el duro golpe del gol tempranero, destacándose las actuaciones de Tellechea y Sacks en el sector derecho y Villanueva controlando los intentos de Bou.
El horizonte de los de Bahía, parecía vislumbrar un ápice de esperanza, cuando apenas iniciado el segundo tiempo, Racing se quedó con 10 jugadores, debido a la expulsión de Insúa. Lo que provoco que, el diezmado equipo tuviera que replegarse en su campo.
El resto del segundo tiempo fue una foto calcada del final del primero, esto fue: Olimpo desesperado buscando descontar a contra reloj y Racing (consciente de esta circunstancia), esperando y observando como los de Bahía, perdían cada vez más la pulseada contra sus propios nervios y desesperación.
Solo quedaba por ver el gol de Coniglio, cuando el encuentro ya llegaba a su fin, para ponerle la rubríca al 2-1 final, que dejó a Olimpo fuera de la Copa Argentina.