Real Madrid hoy fue superior a Barcelona, con una buena presión en el centro de la cancha, anulando por varios momentos del partido los intentos del equipo catalán y saliendo disparado de contra frontalmente. El Real estuvo bien parado en la cancha, con una presión que fue variando dependiendo de las necesidades del partido. Cuando estuvo golpeado, el Barcelona luego del primer gol del Real se fue a presionar arriba y cuando el Barcelona lograba salir del asedio los jugadores de la capital regresaban siete jugadores y quedaban comprimidos en veinte metros.

El partido fue magnífico como suele pasar con estos dos colosos. Con un comienzo a toda orquesta del Barça que duró hasta el gol de Suárez. El local pudo marcar a los tres minutos en ese tipo de jugadas que últimamente está concediendo el Madrid a sus rivales. Fueron 10 minutos de absoluto control blaugrana, la riada de buen fútbol que desemboca en un gol. Sergi Roberto vio el gran hueco que suele dejar Marcelo en cada partido y la puso al segundo palo donde apareció Suárez para rematar.

El gol despertó al Madrid que se puso en modo Champions y con la entereza que jugó fue notable, ya que empató cinco minutos después en un buen contragolpe en el que todo lo hizo Kroos en el inicio de la jugada, y su conexión con Cristiano y Benzema fue fantástica porque el delantero portugués la metió en la línea de gol, en una jugada en la que sufrió la entrada de Piqué y casi termina lesionado.

Tras el gol “CR7” fue quien tuvo las mejores ocasiones, con el Madrid dominando el partido, cambiando de lado a lado la pelota hizo estragos ante un tibio Barcelona. Por ello sin el dominio del balón el equipo de Valverde no pudo hacer nada y primero Ter Stegen se la sacó a Cristiano y un minuto después, el mismo Ronaldo falló con la zurda. El Barça podía haber levantado la bandera blanca tras una ocasión que también desperdició Benzema. En lugar de eso, el encuentro se endureció hasta unos límites impensables.

El árbitro se empeñó después en ser protagonista. Permitió que se pique el partido, ante un Barcelona desconocido, donde solo Messi llegaba hasta las puertas del arco, empezaron los problemas primero entre Suárez y Sergio Ramos, antes una patada de Bale y después una patada de Messi que es una total rareza (Con ello Ramos había hecho amonestar a Ronaldo y a Messi).

El final del primer tiempo fue una guerra, donde Hernández el árbitro del partido era solo una figura decorativa. Hasta que Sergi Roberto cometió un acto de imprudencia y delante del árbitro le dio una trompada a Marcelo. Barcelona quedó con 10 por la expulsión de Sergi Roberto y con malas sensaciones por el juego del primer tiempo.

Expulsión de Jordi Alba. Imagen: EFE
Expulsión de Jordi Alba. Imagen: EFE

En el segundo tiempo resistió el Barcelona

El segundo tiempo hubo cambios en el comienzo de las acciones, en Barcelona ingresó Semedo por Coutinho y salió Ronaldo por la lesión en el tobillo e ingresó Asensio.

El Real continuó haciendo presión alta y gracias a ello Marcelo encontró una pelota en la mitad de la cancha y disparó desde fuera del área por encima del travesaño.

Con el Barça algo acogotado, ocurrió una contra en la que Varane perdió la pelota con Suárez donde el uruguayo salió despedido y la pelota acabó en los pies de Messi en el área, el argentino hizo la jugada que le han visto mil veces. La agarró el 10, la condujo y la alojó pegada al palo. Gol de Barcelona, con 10 jugadores.

El Madrid sin Cristiano llegando al borde del área pero sin el portugués le faltaban referencias de área y además Asensio no aparecía. Por ello en el local Messi se volvió mortal por unos segundos y perdonó al Real en lo que era el 3-1. Pudo ser la sentencia, pero el empate lo puso Bale minutos después tras una buena asistencia de Asensio, que sí apareció esta vez. Golazo del galés, que tampoco apareció mucho, pero al que le sobran goles.

Con el partido empatado, el conjunto culé luchó para salvar el invicto y el Real Madrid fue por el triunfo. Después intervino otra vez Hernández, para equivocarse al no conceder un penal de Jordi Alba sobre Marcelo.

Tras ese error arbitral luego apareció Keylor para frenar un remate directo de Messi, que ya era el hombre que peleaba contra un imperio madridista. El equipo catalán, resistió, apeló a la épica, y sigue su racha. Un muy buen partido donde ambos tuvieron sus oportunidades y en donde el empate fue de total justicia.