Es realmente increíble lo que sucedió ayer a la tarde en el Presbítero Bartolomé Grella. Unión tuvo el partido a su merced, las oportunidades suficientes para ganarle a Patronato como visitante y no pudo en un encuentro de película.

Luego de tener un primer tiempo muy flojo y ser superado en todas sus líneas por un Rojinegro que jugó su mejor partido en este 2020, llegó la expulsión del partido. A pocos minutos del cierre de la primera mitad, Matías Ibáñez salió desesperado para cortar el avance del Tatengue, Walter Bou se escapaba para el gol pero su patada voladora impactó contra el arquero rival. Esto provocó la roja directa del 9 de Unión por parte de Silvio Trucco y un problema para el visitante.

A partir de ese instante, el equipo de Leonardo Madelón no supo cómo abrir el marcador. Faltó juego, faltaron sociedades que se encontraron y de buena manera en el partido ante Atlético Mineiro de la Copa Sudamericana. Y sobre todo faltó buen fútbol para vencer a un rival que se vio superior en gran parte del encuentro y encontró un gol en el final que seguramente quedará en la historia.

Sin embargo, Unión no dudó en ir a buscar el partido pero no lo pudo hacer. El Rojinegro se cerró bien y fue firme ante cada ataque. Ibáñez se vistió de héroe para tapar las más claras y a falta de dos minutos del cierre del encuentro, el uruguayo Hugo Silveira convirtió el único tanto del encuentro luego de una buena jugada del local.

No obstante, el nerviosismo, las discusiones y todo lo que puede pasar en un partido caliente, pasó. Ahora, el Tatengue seguirá apuntando a quedar lo más alto posible en la Superliga buscando volver al triunfo cuando reciba a Central Córdoba de Santiago del Estero el próximo lunes 24 de febrero.