Es cierto que desde la partida de Matías Almeyda, Banfield mejoró mucho su juego. La evolución, es la mejor manera de definir lo que fue el 2015, que tuvo el taladro en la trancisión con Claudio Vivas fue más que notoria. Ambos técnicos tienen el mismo sistema de juego, el 4-4-3 clásico que le dio la identidad durante su conducción el Pelado. Pero Vivas tomó esa base ofensiva y la acomodó. Insertó el chip de la vieja escuela con la tenencia de pelota, verticalidad en sus extremos, llegada con sus laterales, creación en sus volantes y una sola referencia en el área.

Matías Jesús Almeyda estuvo a cargo del equipo del sur por 27 meses: desde el 10 de abril de 2013 hasta el 3 de agosto de 2015, de los cuales cosechó en 99 partidos: 45 victorias, 27 empates y 27 derrotas. Lo devolvió a Primera División, e hizo debutar en el primer equipo a muchos juveniles de la institución. Y se fue en la fecha 19 del torneo de 30 equipos por la puerta grande, victoria 4-1 de local frente a Arsenal.

Pero no es menos el trabajo hecho por Claudio Vivas en los 4 meses restantes de temporada. Obtuvo 8 victoras, 4 empates y 2 derrotas, incluyendo los 3 partidos de Liguilla Pre Sudamericana ganados a Argentinos (1-0) y Aldosivi (3-2 y 1-1). Amplió un invicto de 8 partidos sin perder (5 Victorias y 3 empates) y lo clasificó a la Copa Sudamericana 2016. Se puede mencionar también la continuidad futbolística que le dió a varios juveniles patrimonio del club (Iván Rossi, Claudio Villagra, Alexis Soto) y sin mencionar el gran trabajo que viene haciendo desde hace un año coordinando las inferiores del club del sur.

Cosechando 50 puntos de 90 posibles (El campéon Boca obtuvo 64 puntos) con 14 victorias, 8 empates y 8 derrotas. Banfield quedó en la posición 8, a sólo 1 punto de ingresar a la Liguilla Pre Libertadores.

Ambos técnicos demostraron de lo que son capaz y dejaron a Banfield entre los protagonistas de un torneo largo como lo fue el de 30 equipos. ¿Será el 2016 un año igual de productivo?.