El japonés se medirá ahora en semifinales, al ganador del duelo entre el serbio Novak Djokovic y el australiano John Millman, que se enfrentan en el último turno de la velada en el Arthur Ashe.

Era la reedición de la final de 2014 y lo cierto es que no defraudó. Marin Cilic comenzó mejor pero poco a poco fue apagándose mientras Kei Nishikori iba creciendo y adaptándose mejor a las condiciones y leyendo el saque del croata, que tras el descanso de 10 minutos regresó igualando el marcador y luego, tuvo que remontar un 1-4 en contra en la quinta manga pero al sacar para mantenerse el partido, varios errores suyos y un magnífico resto de Kei certificaron el regreso del japonés a unas semifinales de Grand Slam por un marcador de 2-6, 6-4, 7-6 4-6, y 6-4. 

Cilic parecía tener dominada la serie tras adelantarse en el primer set y lograr una ventaja de 4-2 en el segundo pero el japonés nunca bajó los brazos y acabó sumando las dos siguientes mangas.

Pero el croata no había dicho su última palabra. Firmó un 6-4 en la cuarta para gritar presente y todo se decidió en la última, con un quiebre del nipón en el décimo y definitivo juego que lo acercó de nuevo a la última instancia del campeonato, cuatro años después.

Nishikori tenía la responsabilidad de consumar una jornada espléndida para los nipones y lo consiguió, además, con la satisfacción extra de tomarse contra Marin Cilic la revancha de la final que perdió contra él en el torneo neoyorquino de 2014. Con un oportuno break en el quinto set para ponerse con 5-4 y saque después de haber dilapidado una ventaja anterior, ganando una nueva batalla en el torneo.

Nishikori aguantó bien el aluvión de golpes ganadores de Cilic (57, 19 de saque directo) y jugó con inteligencia y con esa defensa tan buena que suele desplegar para esperar los errores no forzados de su rival (70). No perdió la fe cuando cedió el primer parcial con claridad y se puso el mono de trabajo para remontar hasta una victoria que le coloca por tercera vez en la penúltima ronda del US Open (también estuvo en 2016).

Va a ser un durísimo rival en semifinales. El japonés vino para explotar acá en el Abierto de los Estados Unidos y no se va a dejar amedrentar por nadie.