Por consenso de analistas y aficionados, aquel que es favorito en el fútbol debe demostrarlo jornada tras jornada, sin importar el contrincante. Atlético Nacional fue notificado sobre su condición y, en el marco de un Atanasio Girardot a reventar, superó táctica, anímica y futbolísticamente a un Deportivo Cali que plantó cara recién comenzado el partido.

Fue una noche soñada para los dirigidos por Reinaldo Rueda, pese a que la ventaja en el marcador llegó en un principio del lado visitante. Los azucareros mostraron en los primeros minutos su intención de pelear el balón y el terreno, por medio de presión alta y la salida de sus laterales. La escuadra de casa sacó a relucir sus armas y tuvo la primera ocasión de anotar en los pies de Marlos Moreno, quien anunció desde temprano a la zaga adversaria el peligro al que se expondrían al darle espacio para maniobrar.​

Con 14 minutos en el reloj, el conjunto caleño desniveló la serie por intermedio de su capitán, Andrés Pérez. El capitalino definió sin oposición tras el cabezazo de Andrés Felipe Roa, que se estrelló en el poste izquierdo. La intensidad y la propuesta ofensiva frente al mejor equipo del semestre recibieron rápidamente una justa recompensa.

Luego del gol, Nacional hizo que su rival retrocediera en el campo y se acercó al arco custodiado por Ernesto Hernández. Decisión arriesgada, teniendo en cuenta la velocidad de los atacantes del Cali y que la apuesta implicaba la salida continua de Gilberto García por su banda, dejando así una línea de tres y a Alexánder Mejía en resguardo de Franco Armani. Sin embargo, el lance dio resultado pocos minutos después de ponerlo en marcha.

Dos pelotas quietas surgieron como premio para el Verdolaga, que no perdió los estribos al verse en desventaja y se aferró a su idea de juego para traer de vuelta la igualdad al enfrentamiento. Primero fue Óscar Murillo, quien anticipó a su marcador y con el cordón de su botín rozó el envío de Macnelly Torres para inflar la red. Después llegó el turno para 'Alcatraz' y su prodigiosa rutina: 30 metros, pierna derecha y al palo del arquero. El desenlace encausó el rumbo de una llave que no cambiaría de propietario desde entonces.

Con la obligación de revertir el despertar nacionalista, el 'Pecoso' Castro echó mano de sus alternativas e impulsó la reacción de sus pupilos, que una vez más presionaron de entrada al elenco paisa, pero que hallaron en frente la confiable defensa y el impredecible ataque de ese equipo que un mes atrás había alcanzado nueve fechas sin conocer la derrota. De allí que la respuesta de 'El Glorioso' fuese anulada cinco minutos después de haberse iniciado la segunda parte.

Macnelly apareció en todo su esplendor para acercar al 'Verde de la Montaña' a la fase de los mejores cuatro de la Liga Águila. Su participación en el juego aumentó y el volumen ofensivo, como en todo el semestre, permaneció fiel a su rendimiento. Pero la noche no estaba reservada para él ni para Sebastián Pérez, quien tuvo un excelente desempeño con la libertad que se le otrogó por el centro, a la espalda de Jéfferson Duque.

La velada tenía otro nombre incrustado en la insignia para el jugador más destacado; para el juvenil que cerró con su tanto la clasificación de Nacional a la siguiente ronda. Marlos Moreno, quien antes se había quedado a escasos centímetros de emular a Faustino Asprilla en uno de sus desbordes, capitalizó el rebote que dejó el guardameta uruguayo tras el disparo de Pérez desde fuera del área.

El encuentro, que pudo terminar en goleada, llegó a su fin luego de aproximadamente treinta minutos de trámite, donde ni los intentos de Duque ni la entrada de Rafael Santos Borré lograron modificar el resultado final. Así, el 'Rey de Copas' colombiano puso la cuota inicial para una semifinal de ida y vuelta en el 'Coloso de la 74'. Solo falta que el Deportivo Independiente Medellín cancele su parte para ubicar la cita en el calendario.