Era junio de 2015, Juan Carlos Osorio partió para Sao Paulo dejando un 'listón' alto en Atlético Nacional. El risaraldense comenzó un proceso de internacionalización que derivó en que esté al frente de la Selección de México, una de las más importantes del continente. 

Antes de irse, recomendó a un vallecaucano con gran experiencia de seleccionador juvenil y de mayores, un técnico forjado en Colombia y Europa, que puso a soñar a países como Ecuador y Honduras, llevándolos a las últimas Copas Mundiales, pero que en clubes tenía un saldo de tres equipos dirigidos con más pena que gloria; Reinaldo Rueda.  

La apuesta del entrenador era más que clara: ganar la segunda Copa Libertadores para Atlético Nacional, una obsesión, un sueño y una meta que solo había logrado Francisco Maturana con un equipo de leyenda. Ese objetivo general demandaba unos específicos, como clasificarse a la copa del 2016. Algo que solo podría darse, siendo campeón del clausura 2015. 

Foto: Atlético Nacional
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El plan le salió a la perfección, de la mano de Franco Armani, Alexis Henríquez, Alexander Mejía, Yimmi Chará, Macnelly Torres y Jefferson Duque como columna vertebral, el 'verde' logró su estrella 15 luego de realizar una gran campaña basada en la motivación, el talento y el trabajo. 

Como campeón colombiano, Nacional llegó a la Copa Libertadores 2016 para buscar su meta; ser campeón. No solo lo logró sino con unos números que marcarán época: solo perdió un partido, eliminó a equipos como Peñarol, Huracán, Rosario Central, Sao Paulo y le ganó la final a Independiente del Valle, la revelación del torneo que se había 'cargado' a River, Boca, Pumas de México, etc. 

Foto: Atlético Nacional
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Aquel 27 de julio de 2016 será una fecha más que especial para toda la hinchada 'verde'. Para complementar esa columna vertebral campeona, (sin Chará) llegó Miguel Borja, destacó un Alejandro Guerra estelar y jóvenes como Dávinson Sánchez y Marlos Moreno, despuntaron con grandeza. No hay que olvidar que en el apertura llegó a semifinales, cayendo por penales ante Junior de Barranquilla y que al comienzo del año había ganado la Superliga colombiana, logrando el cupo a la Copa Sudamericana.  

Lograda la meta de la conquista de América, otro objetivo aparecía en el horizonte; el Mundial de Clubes en Japón y la anteriormente mencionada Copa Sudamericana 2016.  

Foto: Atlético Nacional
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Sin seis jugadores campeones de América, Rueda tenía que 'amasar' un nuevo plantel para pelear por estas metas. Llegó Mateus Uribe, Guerra mantuvo su nivel, Borja seguía marcando diferencia y Nacional seguía ganando. Otra vez se quedó en semifinal local ante Santa Fe, donde le tocó afrontar con juveniles, pero antes de su viaje al continente asiático conquistó la Copa Colombia 2016. 

Foto: Atlético Nacional
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La Copa Sudamericana fue su preparación para el Mundial de Clubes, superando equipos peruanos, bolivianos, paraguayos y brasileños. El último escollo era Chapecoense, una final que no se pudo dar debido a la tragedia ocurrida en el equipo brasileño. Algo que afectó de gran manera al grupo 'verdolaga'. En un gran gesto de solidaridad y como homenaje a los jugadores fallecidos, Nacional le cedió la Copa al 'verdao', sellando una hermandad para siempre. 

Si bien el Mundial de Clubes no fue el mejor para Nacional, los 'verdolagas' lograron un tercer lugar histórico para Colombia, superando al América de México en Yokohama. Defender la Copa Libertadores en 2017, ganar la Recopa Sudamericana y pelear la Liga eran las metas de Nacional. 

Foto: Atlético Nacional
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Dayro Moreno en lugar de Borja quien partió para Palmeiras de Brasil fue la herramienta fundamental para Nacional, sumado a un Franco Armani destacado, la revelación de Mateus Uribe, el talento de juveniles como Rodin Quiñones y Carlos Cuesta. Además del gran nivel de Andrés Felipe Ibargüen, lograron la mejor campaña de Liga en torneos cortos. 62 puntos, apenas dos partidos perdidos y con un poder ofensivo demoledor, complementaron al título de la Recopa Sudamericana 2017, algo inédito para Nacional. La Copa Libertadores no se pudo defender, pero el aliciente del torneo local menguó ese fracaso. 

Foto: Internet
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Sus seis títulos, jugadores juveniles consolidados y un gran proceso de trabajo es el legado que Rueda le deja a Nacional. Más allá de esos logros, el trato con la hinchada, los medios de comunicación y con sus jugadores hace que su partida se sienta mucho más. Situaciones de salud y el deseo de volver a asumir una selección, algunos de los factores para que el vallecaucano dimita a su cargo. Esta tarde se espera en rueda de prensa la confirmación de esta noticia, así como su respectivo homenaje por parte de la hinchada. 

Juan Manuel Lillo sería su reemplazante, el español tendrá un duro reto de continuar este ciclo exitoso en Nacional. Pero sobretodo, ganarse el corazón de la hinchada más exigente y numerosa de Colombia. Dos retos que deberá asumir.