El Deportes Tolima, flamante campeón de la Liga BetPlay 2021-II, estrenó su título con triunfo. Ambas afirmaciones no serían posibles sin la participación de Juan Fernando Caicedo, jugador aguerrido, táctico, con visión de juego, capaz de batirse solo con defensas sólidas tanto por juego aéreo como a ras de piso. Es una pieza clave con la que cualquier técnico quisiera contar, pues desde sus movimientos, articulación de juego y definición, se puede contar tanto con sorpresa como desenvoltura en juegos cerrados.

La importancia de Caicedo para el Deportes Tolima

Su larga ausencia en el campeonato pasado fue notoria, a tal punto que el técnico entendió la necesidad de un esquema que mirara más al arco propio que al del rival, y tan extrema que casi le cuesta al equipo la clasificación a las finales.

Se podría decir después de todo lo visto, que Juan Fernando Caicedo se convierte en el jugador más determinante de los pijaos, por encima del desequilibrio y clase de Jaminton Campaz y la explosividad de Anderson Plata, pues es gracias a él que estos dos jugadores pueden encontrar los espacios que les permiten desplegar toda su virtud. Y no es exageración, ya que cuando Caicedo no está presente, el equipo se antoja perdido por largos pasajes del juego y se tiene que recurrir al empuje que desde atrás brinda el también indispensable Juan David Ríos.

Todo lo anterior reconforta, pero también preocupa. El campeón disfruta de un jugador excepcional, dispuesto al sacrificio en pos de la gloria del conjunto, pero también adolece de alternativas principalmente tácticas ante su ausencia. Caicedo cuenta ya con 32 años de edad, una experiencia vasta, pero también contrapuesta al desgaste que el fútbol de hoy en día pide a un jugador de la máxima categoría. A excepción de Juan David Ríos, ningún otro jugador del Tolima pone la cuota necesaria para la construcción del conjunto y esto es un campanazo de alerta, porque los retos serán cada vez mayores y a pesar de que Caicedo cuente con las ganas, la capacidad y la entrega necesarias, también tendrá contraposición táctica, mayor reciedumbre en la marca y posiblemente, la aparición de juego fuerte que lo pondrá en riesgo más a menudo.

Aporte de Caicedo al partido

En cuanto al juego pasado, en 90 minutos de partido muy disputado, en el que el Pereira cerró espacios, fue fundamental el trabajo de Caicedo, abriendo la cancha, siendo pivote, y finalmente actuando como en realidad su puesto exige por parte de la hinchada. Marcó dos golazos (uno de ellos correctamente anulado) cuando el equipo más lo necesitaba, porque al Pereira le funcionaban las cosas y a raíz de ello se había envalentonado de cara al arco de Montero. El primer gol requirió de agilidad en Guillermo Celis y desmarque de Caicedo, quien con toda decisión rompió el arco en un ángulo difícil pues el arquero Harlen Castillo había cerrado rápidamente el espacio. Después, unos milímetros determinaron que no subiera al marcador un excelso disparo, que fue con potencia y ubicación al extremo del arco rival. Hubiera sido un premio justo para este gran artillero, exponente del mejor fútbol moderno.

De cara al futuro

Queda mucho camino por recorrer en la nueva gesta y Caicedo seguramente será mencionado muchas veces más. Ya cumplió con el partido que le dió el Título al vinotinto y oro, pero es evidente que este hombre es exigente consigo mismo, mantiene la humildad y aporta al equipo desde lo anímico cómo en lo táctico y en lo práctico. Todos confían en él: le ponen el balón en los momentos difíciles y lo esperan de él cuando ello es lo lógico y justo. Entonces, Caicedo se ha convertido en un buen líder, que se consolida con el ejemplo y quién busca que los demás se destaquen.