Un partidazo fue lo que vimos en el Atanasio Girardot, muchas cosas por analizar, puntos altos y bajos para ambos equipos, un juego que deja claro que ambos entrenadores tienen muchas cosas por corregir de cara a los próximos compromisos.
En el cuadro azucarero, en muchos pasajes del partido se vio un equipo descoordinado en ambas fases, por un lado los atacantes, y por otro lado, la defensa que era únicamente apoyada por Alexander Mejía, eso permitió que el Medellín trabajará a placer en esos espacios libres y generará acciones de peligro para el arco de Joaquín Papaleo.
De hecho, así nace la jugada de gol, los seis jugadores que se quedaron en la fase ofensiva, muy pasivamente se quedaron en el área rival, eso permitió que acción rápida de Eder Chaux y Jhon Vásquez dejará a Brayan León mano a mano ante Papaleo, para que anote el tanto de la diferencia en el partido.
Sin embargo, el cuadro azucarero no fue el único que dejó puntos oscuros en el partido. El Medellín sí bien tiene mucha salida por la derecha, con un lateral que va muy bien al ataque como Luis Manuel Orejuela, lo cierto es que esa banda como la velocidad de Juan José Córdoba, y los pases hacía el sector defendido por José Ajá y el mismo Orejuela fue aprovechado para generar acciones de riesgo para los verdiblancos.
Otro momento clave fue en los cambios, De La Pava en el intermedio manda a la cancha a Jarlan Barrera, hombre que fue clave en la segunda parte, quien desde el medio logró juntarse con Javier Reina, ellos con pases filtrados logró perforar el cerco defensivo del poderoso.
Contrario a ello, Alfredo Arias con unos movimientos puso en riesgo el resultado, le solucionó gran parte del partido a De La Pava, retirar del juego a Jhon Vásquez, jugador que no solo daba velocidad, sino que te aporta goles, por ingresar a Anderson Plata, jugador muy veloz pero sin poder de definición, lo que hizo que el DIM se olvidará del partido.