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James Anderson se venga de Houston Rockets

Los Philadelphia 76’ers consiguieron la pasada madrugada su quinta victoria de la temporada frente a los Houston Rockets por 123 a 117 en el Wells Fargo Center. Los Sixers estuvieron liderados por un ex de los texanos, James Anderson, con 36 puntos, entre ellos el triple que forzó la prórroga. Los de Philadelphia continúan como candidatos a equipo revelación, mientras que los Rockets, con Harden ausente por molestias en su pie izquierdo, siguen sin carburar del todo y firman un record de 5 victorias y 4 derrotas. (Foto: philly.com)

James Anderson se venga de Houston Rockets
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Por Alejandro P. Manzano

Houston Rockets y Philadelphia 76'ers brindaron un partido muy igualado, donde ambos equipos mostraron su mejor cara ofensiva, aparcando la excelencia defensiva para una mejor ocasión. En un partido de constantes vaivenes en el marcador, dos jugadores destacaron por encima del resto. Por los texanos rindió de manera sublime Jeremy Lin, echándose el equipo y la responsabilidad ofensiva a sus espaldas ante la ausencia de Harden, más acostumbrado a estas vicisitudes. Además, el base de la Universidad de Harvard estableció un récord en el Wells Fargo Center de Philadelphia, al convertirse en el primer jugador en anotar nueve triples en un mismo encuentro. Sin embargo, su estratosférica primera mitad que hizo recordar a ese fenómeno conocido en Nueva York como “Linsanity” se esfumó en el último cuarto, para aparecer casi por sorpresa y sin tiempo de reacción en la prórroga. En cambio, el que sí apareció en las postrimerías del encuentro fue James Anderson, pletórico durante todo el partido firmando 36 puntos con un 12 de 16 en tiros de campo. En este caso la ley del ex se cumplió.

El partido comenzó con un ritmo frenético, marcado por posesiones lo más cortas posibles, así como por la reiteración en el tiro de media distancia que casi siempre acababa dentro. Houston con un quinteto pequeño al quedarse Asik en el banquillo (sin duda una buena decisión de McHale) focalizaron su ataque casi en exclusividad en el tiro de tres, aprovechando que hoy Lin tenía "la mano tonta". De hecho, concluyeron la primera mitad con 19 intentos y 7 aciertos. Los Sixers, en cambio, aprovechaban las numerosas pérdidas de su rival (19 en todo el encuentro para los Rockets, cifra cuanto menos holgada) para anotar con facilidad al contraataque con Anderson o Evan Turner, muy inspirado en los primeros cuartos.

Durante el primer cuarto, Howard al principio no encontraba la bola ante la insistencia de sus compañeros desde los siete metros. Pero cuando recibía el pase, sobre todo de las manos de un Jeremy Lin bastante inspirado en el pick and roll, causaba estragos en la zona de los Sixers ante la debilidad de un Spencer Hawes, más fino en ataque que en defensa. El primer cuarto concluyó con alrededor de un 55% en tiros para ambos.

El segundo cuarto arrancó con un parcial de 10-5 para Philadelphia gracias a James Anderson, por ahora impecable en el tiro. Houston no encontraba el buen juego sin Howard ni Parsons, pero la entrada del primero supuso el reencuentro con la fluidez perdida. Ambos equipos mostraron en esta primera mitad su endeblez defensiva permitiendo a su rival penetrar con facilidad. Los Sixers se impusieron en este periodo por un parcial de 32-26. En los últimos dos minutos de la primera mitad hicieron un tímido intento de hack to Howard, que no acabó fructificando

La segunda parte comenzó con un 60 a 57 favorable a los Sixers, que pronto se encargaba de encauzar Lin con su espectacular serie de triples que concluye en un parcial de 20-9 para los texanos. Tras estos primeros minutos de adormilamiento en Philadelphia se sucedieron los intercambios de golpes. Primero asentaban los Sixers un parcial de 6-0 en un minuto, rápidamente contrarrestado con otro semejante en 32 segundos a favor de los de McHale. Parsons decidió aparecer en este cuarto para anotar 13 puntos frente a los 6 de la primera parte, surgiendo desde el tiro exterior a tenor de las asistencias de Lin, o penetrando a lo “Juan Palomo” en la pintura. Howard para estos instantes estaba más preocupado en defender a Hawes que de coger algún rebote. Por su parte, Anderson seguía muy sobrio en el tiro, manteniendo a su equipo junto al saltimbanqui Tony Wroten. A pesar de esto, sus porcentajes de tiro se resintieron favoreciendo un 33-20 para Houston que parecía definitivo.

Reacción de Philadelphia

El último periodo fue menos productivo en ataque, sobre todo para los Rockets, que no encontraban ni a Lin ni a Parson ni a Howard. Por primera vez en todo el encuentro se añoraba el talento de Harden. Houston estaba atascado en ataque e incluso en defensa, lo cual llevó a los Sixers a conseguir algunos rebotes ofensivos con sus respectivos puntos, amén del aumento de pérdidas. Los Sixers empataban a falta de un minuto y medio pero el partido estuvo en la mano de Chandler Parsons. El joven alero hizo de todo, bueno y malo. Puso un tapón a falta de 20 segundos, encestó tiros libres, penetraciones, perdió la pelota y sobre todo marró el lanzamiento decisivo. A falta de 9 segundos James Anderson anotaba un espectacular triple que forzaba la prórroga. Parsons pudo dar la victoria a los suyos pero falló y casi le cuesta un disgusto con un triple a lo "Marcelinho Huertas" de Wroten.

La prórroga continuó con la tónica del último cuarto. Los hombres de los Rockets no aparecían mientras que Turner, Hawes, Anderson y Thaddeus Young, desaparecido durante casi todo el encuentro, marcaban la diferencia. Lin volvió para anotar un triple milagroso, pero no fue suficiente. Los tiros libres dieron la victoria a los Sixers, que acabaron el encuentro con un tapón de Wroten sobre Lin que ejemplifica el crecimiento de la defensa en este overtime. Howard volvió a defraudar en estos últimos minutos, sobrepasado en defensa y en ataque. El rebote fue para Philadelphia en toda la prórroga.

Los Sixers suman su quinta victoria de la temporada ante un rival complicado como los Houston Rockets, sin el que estaba siendo su mejor hombre en este arranque liguero, Michael Carter Williams, pero con un quinteto que casi siempre cumple.